Ciudad del Vaticano.- Ante la próxima visita escalonada y por grupos de los obispos mexicanos a la Santa Sede para cumplir con la obligación de presentar el informe de sus diócesis al Papa, el grupo compacto del Consejo de Presidencia de la Conferencia Episcopal de México (CEM) ha concluido la visita preparatoria para que los ordinarios residenciales de las 98 diócesis del país acudan en abril y junio a esta cita quinquenal.
La visita ad limina apostolorum es un mandato sentenciado en los cánones 399 y 400 del Código de Derecho Canónico y obliga a todos los obispos diocesanos del mundo a presentar ante el Santo Padre un informe del estado de la vida pastoral y social de sus territorios eclesiales; además, al ser una oportunidad para verificar y confirmar la unidad de la Iglesia en torno al sucesor del trono petrino, los obispos deben acudir a Roma a venerar los sepulcros de los apóstoles san Pedro y san Pablo.
Por cuestiones administrativas y para facilitar la organización de esta actividad, la visita de los 98 arzobispos y obispos mexicanos se organiza a través de la CEM y por regiones geográficas del país quienes a lo largo de dos o tres semanas acuden a Roma en tiempos escalonados para encontrarse con los diferentes dicasterios pontificios de su interés, realizar la peregrinación a los lugares santos y encontrarse personalmente con el romano pontífice para presentarle un panorama general de sus localidades y escuchar las orientaciones y recomendaciones del Papa.
Del 21 al 24 de febrero, la comitiva de preparación recorrió diferentes dicasterios romanos y se encontró con el papa Francisco como un grupo de avanzada frente a la visita de todos los obispos mexicanos que sucederá después de la celebración de los diez años de pontificado de Jorge Mario Bergoglio. La comitiva estuvo integrada por el arzobispo de Monterrey y presidente de la CEM, Rogelio Cabrera López; el obispo de Cuernavaca y secretario general del organismo, Ramón Castro Castro; el arzobispo de San Luis Potosí y tesorero de la CEM, Jorge Alberto Cavazos Arizpe; y los vocales, Jaime Calderón Calderón, obispo de Tapachula, y Enrique Díaz Díaz, obispo de Irapuato.
En la antesala de estos encuentros, el episcopado de México confirmó que el país "vive un tiempo particularmente necesitado de reconciliación, unidad, verdad, justicia y paz"; y explicaron: "La visita del Consejo de Presidencia será la oportunidad privilegiada para compartir el Proyecto Global de Pastoral que se ha propuesto la Iglesia en México para mirar, interpretar y actuar transformando la realidad de las comunidades".
Los obispos señalaron que entre las principales inquietudes que tienen sobre la sociedad mexicana se encuentran "el fenómeno de la movilidad humana, la libertad religiosa, el respeto a la persona y su indisociable dignidad, el proceso y desafío de la consoldiación democrática, la reflexión sobre la comunión, participación y misión de una Iglesia sinodal, el servicio del Evangelio a la promoción humana y a la paz".
Entre las actividades del Consejo en Roma destaca el encuentro con el papa Francisco al final de la semana después de haber visitado al Dicasterio para los Obispos con el prefecto saliente, el cardenal Marc Oullet; el encuentro en el Dicasterio para el Clero, con el cardenal Lazzaro You Heung-Sik; la visita al Dicasterio para la Nueva Evangelización con el arzobispo Rino Fisichella; y el encuentro con el sustituto en la Secretaría de Estado de la Santa Sede y un viejo conocido para los obispos mexicanos, el arzobispo Edgar Peña Parra.
Los obispos mexicanos destacaron que con Fiscichella se habló de los detalles del jubileo del primer cuarto del siglo XXI: "Peregrinos de la Esperanza" y a quien también presentaron el itinerario de la novena de nueve años de la Iglesia mexicana rumbo al 2031 para conmemorar el medio milenio de presencia de la Virgen de Guadalupe en tierra mestiza. Además, los obispos realizaron una celebración Eucarística el Miércoles de Ceniza en la capilla de Guadalupe de las grutas de San Pedro; y ofrecieron entrevistas a Radio Vaticana y Vatican News.