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I Iglesia México

'Uno a la pasión del Señor todos mis sufrimientos': obispo que dio positivo COVID

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Cancún, Q. Roo.- "Es un regalo de Dios que habiendo salido positivo de la prueba del COVID, no haya tenido ningún síntoma mayor", escribió el obispo prelado de Cancún-Chetumal, Pedro Pablo Elizondo este domingo 26 de julio.

El prelado de la región caribe de México, lleva una semana bajo observación por haber salido positivo en una prueba médica de contagio por COVID-19 y compartió con los feligreses su buen estado de salud: "Bendito sea el Señor que así me ha manifestado su amor. He sufrido mucho la enfermedad de mis hermanos que si han padecido síntomas más serios y están batallando para salir adelante. Quiero ofrecer mi enfermedad y la de mis hermanos por el fin de la pandemia y la sanación del cuerpo y del alma de todos mis hermanos y la bendición de la nueva Diócesis".

"Uno a la pasión de nuestro Señor Jesucristo, todos mis sufrimientos y todos los sufrimientos de mis hermanos que han padecido o están padeciendo las consecuencias de esta enfermedad, como la soledad, el miedo, el cansancio, los dolores…. Dios tome en cuenta los dolores de parto de esta naciente Diócesis y se digne bendecir su nuevo caminar para que sea muy fecundo según la voluntad de Dios"

Elizondo reconoció que en estos días de aislamiento voluntario para evitar la diseminación del contagio ha recibido de la gente "cariño, atenciones y oraciones de tantas almas buenas. Especialmente almas buenas que me están atendiendo médicamente con tanto profesionalismo y caridad y también almas buenas que están al servicio de todas mis necesidades".  

El prelado envió una reflexión a los medios de comunicación y a la feligresía católica de la región caribe en el momento histórico en que la Prelatura de Cancún-Chetumal comienza a dar sus pasos como Diócesis con toda la normativa canónica, jurídica y pastoral mandatada por Roma a las Iglesias particulares:

"Nos ha tocado la clausura de este año de la Santa Cruz, en estas circunstancias tan especiales y dolorosas. Vivamos unidos, muy unidos a la Cruz de nuestro Señor Jesucristo".

"Sé que Dios escucha la oración de su pueblo y sé también que esas oraciones son un gran signo de su amor a Dios, de su amor a la Iglesia, de su amor a su Obispo y a sus sacerdotes. Vivamos con intensidad estos momentos especiales de gracia, que nos unen a la pasión y a la Cruz de nuestro Señor Jesucristo".