Tapachula, Chiapas.- La falta de solución a los problemas que conlleva el fenómeno migratorio y los recurrentes éxodos de miles de personas a través de México en su camino hacia Estados Unidos, es evidencia de “una ineficacia e inoperatividad de la política migratoria internacional y, especialmente, de nuestro país”, advirtió el obispo de Tapachula, Jaime Calderón Calderón.
En su primer mensaje del año, el obispo señaló que tanto grupos delincuenciales como ciertas autoridades locales sacan ventaja de la precaria situación de los migrantes y lucran con sus necesidades.
El obispo advirtió que el fenómeno sigue siendo crítico y, aunque se ha visto que en Tapachula la presencia de migrantes ha bajado considerablemente, no significa que el drama esté atendido de manera integral.
Calderón lamentó que a lo largo de la carretera costera chiapaneca se vean “escenas dolorosas” por la desatención de las autoridades migratorias para proteger la integridad y dignidad de las personas en tránsito, ya que “los documentos prometidos y otorgados para poder llegar a la frontera norte no han tenido ningún valor y han sido presa fácil para las deportaciones”.
En el caso de la última caravana que fue disuelta en Mapastepec, se ofrecieron autobuses para ser conducidos al interior de nuestro país, en donde “muchos fueron dejados a la intemperie en las afueras de oficinas migratorias”.
Asimismo, dijo que el flujo migratorio de salvadoreños y guatemaltecos ha disminuido, pero mostró su preocupación por el gran número de familias hondureñas que están ingresando al país por la frontera sur; incluso, “muchos han sido deportados a la frontera con Guatemala y dejados ahí, pero vuelven a hacer el intento por ingresar al territorio mexicano”.