Orizaba, Veracruz.- Durante la celebración de la Jornada Mundial de los Pobres en la que el papa Francisco invitó a vivir como la "ocasión propicia para llevar a cabo iniciativas que ayuden concretamente a los pobres", el obispo de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, pidió a los fieles a esforzarse por ser productivos y "no vivir a expensas de dádivas porque -aseguró- estas salen muy caras al final".

El obispo se refería específicamente a los programas sociales emprendidos por los gobiernos federales y locales para paliar la pobreza en familias y comunidades concretas; sin embargo, alertó de los usos políticos de dichos apoyos económicos: 

"No hay que estar a expensas de dádivas; sino de la capacidad de producir, construir y de dar lo mejor de nosotros para ganarse el pan dignamente", dijo en la Misa dominical.

Cervantes explicó que la intención de la Jornada Mundial de los Pobres es animar a todos, en medio de muchas limitaciones y pobrezas, a tenerse la mano los unos a los otros, privilegiando a los desprotegidos en sus necesidades.

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No obstante, insistió en que la gente no debe esperar "a que todo nos resuelvan y den, porque luego te dan y sale caro lo que te dan, porque son caras las dádivas", dijo.

Reconoció, por ejemplo, los emprendimientos sencillos de la gente trabajadora: "Veamos a nuestros hermanos que se organizan para hacer su quesito, vender su mielecita, sus bordados... son hermanos de la comunidad que van teniendo propuestas y que se van organizando".

Dijo que de esa manera, la persona en necesidad "no está a expensas de lo que le dan".

Con todo, Cervantes Merino insistió en que unos y otros fieles se apoyen mutuamente porque Dios ha dado diversos dones para crecer a las personas y quien pueda desarrollar su capacidad tiene responsabilidad de hacerlo.

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Al final de su homilía agradeció además por la ratificación al frente de la coordinación nacional de la Evangelización y la Catequesis por otro trienio en la pastoral profética del Episcopado Mexicano.