Zacatecas, Zacatecas.- Desde la sede catedralicia zacatecana, el obispo Sigifredo Noriega Barceló, acusó que la reciente aprobación de la ley que despenaliza y garantiza el acceso a los métodos de terminación de la vida humana en el seno de sus madres constituye la legalización de la violencia en un crimen de asesinato.
"El aborto -dijo ante los fieles católicos que asistieron a la Misa dominical- es violencia legal, es un asesinato".
El pasado 20 de noviembre, las y los diputados del congreso del estado de Zacatecas aprobaron una reforma de ley que faculta, a pesar de la comisión del delito, la realización sin consecuencias legales de métodos químicos o quirúrgicos para terminar con la vida humana en gestación, según los criterios teorizados por los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Con 21 votos a favor y seis en contra, el Congreso del Estado eliminó del código penal, las sanciones para quienes provoquen la muerte del ser humano en gestación hasta las 12 semanas del embarazo de la madre.
El obispo Noriega acusó enfáticamente a diversas presiones y poderes fácticos que "con violencia y engaño" manipulan y controlan a las personas y a la ciudadanía en la actualidad.
"Pensamos que ya por ser legal, ya convertimos lo que es malo, lo que es un asesinato, ya lo convertimos en algo bueno, allí está el autoengaño, el querer engañar a los demás", declaró.
El obispo recordó a los creyentes que el ser humano no debe suplantar el poder de Dios ni tomar las atribuciones que le son propias porque "Él es el único dueño de la vida y de la muerte"; de lo contrario, advirtió, lo el ser humano hace es "matarse a sí mismo a través de la mentira".
Dijo que esa enseñanza está clara en el Evangelio, particularmente en el momento en que se juzga a Jesús antes de su Pasión y su Muerte: "Pilato -relató Noriega- tenía tanto poder que podía mandar a la muerte a Jesús, como finalmente lo hizo; aunque después se haya lavado las manos".
Entrevistadas por medios locales, algunas diputadas que apoyaron la iniciativa, aseguraron que la aprobación del aborto "hace justicia a la lucha feminista"; algo que fue rechazado por la diputada panista, María Teresa López García, quien denunció que el Congreso local "ha pasado por encima de la voluntad del pueblo […] cerrando los ojos ante la pluralidad de voces que piden se respete la vida".