Ciudad de México.- El arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, aseguró que los obispos de México mantienen la confianza en las instituciones que realizan el arbitraje de los procesos electorales en el país, en medio de una larga polémica sostenida entre el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador y el Instituto Nacional Electoral (INE), presidido por el consejero Lorenzo Córdova.
El presidente López Obrador dijo estar a favor de la democracia pero declaró abiertamente su desconfianza en el instituto que organiza, vigila y custodia los márgenes legislativos de los procesos electorales en México: "Todo lo que ayude a que haya democracia, que no haya simulación, que no haya injerencia de grupos de intereses creados del poder político y del poder económico, que sea un órgano totalmente autónomo independiente. Yo no tengo confianza, yo le tengo confianza al pueblo", dijo en su conferencia de prensa diaria.
Ante esta opinión, en nombre de los obispos católicos de México, Cabrera aseveró: "Sobre el tema de las instituciones que tienen el arbitraje de las elecciones; nosotros, los obispos, desde luego confiamos en las instituciones tanto en el INE como en el Tribunal Electoral. Confiamos en ellos no porque sean perfectos sino porque son necesarios".
El arzobispo Cabrera consideró quimérico un árbitro electoral perfecto incluso "para poderlo aceptar [pues] nunca habría nada, ni habría juego ni nada".
En días pasados, el presidente de la República anunció la posibilidad de que, tras el proceso electoral hoy en marcha, se presente una iniciativa de reforma sobre el Instituto Electorlal pues, bajo la perspectiva del mandatario, "es un órgano costoso y que no garantiza la democracia...He padecido mucho, no son independientes", dijo.
Al respecto, Cabrera señaló: "Debemos subrayar la necesidad de este arbitraje, tanto del INE como de los tribunales" y espetó: "A medio juego no se cambia un árbitro".
El arzobispo consdieró que sólo hasta después del 6 de junio sería positivo abrir "un diálogo sobre cómo pueden mejorar estas instituciones que están como árbitros de los procesos electorales. Pero en estos momentos, de aquí al 6 de junio, debemos ser muy claros: El INE y los tribunales electorales no son perfectos, pero son necesarios".