Ciudad de México.- Los obispos católicos de México han hecho un nuevo llamado para la paz en el país pues "en los tiempos que vivimos se agudizan a nivel global los conflictos y las polarizaciones... creemos que es necesario una actitud respetuosa de las personas y de las instituciones que ayude a transformar los conflictos".
A través de un mensaje que exhorta al diálogo y autocrítica para la construcción artesanal de paz, los obispos de México evalúan que en pleno 2022 las causas profundas detrás de las diferentes violencias en el país siguen vigentes como la "pobreza y desigualdad, desempleo, injusticias de todo tipo que se perpetúan y tienen impunidad... falta de vigencia de derechos a la alimentación y salud, falta de transmisión de una ética y la glorificación de la violencia".
Por ello, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) publicó su mensaje 'Que el Señor nos bendiga con la paz' con el fin de alentar el compromiso por la construcción de la paz en el país; en este particular posicionamiento apelan a una "purificación de la mirada" que pasa por una verdadera autocrítica y a un renovado aprendizaje al diálogo:
"Confundimos muchas veces el diálogo con lo que sólo es intercambio de opiniones o con monólogos que se imponen por la palestra desde la que se pronuncian o por sus tonos altos o agresivos".
No es la primera vez que la CEM divulga un detallado posicionamiento para erradicar las fuentes de la violencia, el rencor, la discordia y los conflictos en México: "Lo hemos hecho en repetidas ocasiones en las dos décadas que van de este siglo... lamentablemente hoy gravísimas circunstancias de violencia e inseguridad persisten en diferentes estados y ciudades del país".
En su mensaje -dividido en cinco apartados y una conclusión-, los obispos mexicanos afirman: "Nos encontramos en una encrucijada. México, como todas las naciones, precisa orientar y emprender su camino hacia una vida en paz, con salud y sustentabilidad". Por ello, reiteraron su compromiso a participar directamente en proyectos, acciones, programas o actos sociales que promuevan la paz:
"Tenemos voluntad de unirnos a los esfuerzos de todas y todos los constructores de la paz y nos comprometemos a caminar con ellos", destaca el documento.
En su mensaje, los pastores aseguran que la verdadera transformación de situaciones que afligen al pueblo mexicano requiere de la colaboración de todos; para ello, explican, es necesaria la purificación de la mirada:
"La polarización establece una tensión entre formas distintas de ver las cosas, de interpretar los acontecimientos e incidir sobre la realidad para transformarla. La polarización puede contribuir a la violencia y debilitar los esfuerzos por construir la paz, por eso creemos que es necesario purificar la mirada para generar en todos, una actitud respetuosa de las personas y de las instituciones que ayude a transformar los conflictos".
Los obispos proponen nuevamente el concepto de 'artesonado de la paz' que implica a la sociedad civil en los esfuerzos cotidianos de paz que comienzan en uno mismo y su familia hasta la relación con el medio ambiente, la sociedad y el Estado:
"La paz se construye artesanalmente, no se compra ni vende... Para ser artesanos de paz se requiere poner en juego todas las energías, el compromiso decidido y la capacidad de trabajar en sinergia con todas las personas y comunidades que ponen la dignidad de la persona en el centro de su atención", afirman.
El llamado de la CEM se enfoca en los actos personales pero también institucionales para construir la paz; especialmente para devolver la paz a las comunidades "que han sido y son intimidadas, dominadas, hostigadas, desplazadas y violentadas". En su llamado, los obispos urgen a los actores políticos a "decir la verdad, escuchar, buscar participación verdadera, ser honrados en el uso de los bienes públicos, colaborar al servicio del bien común y no de grupos, y dialogar con todos".
El episcopado también hace un llamado a la conversión de las personas que "tienen riquezas y poder mal habidos": "Los invitamos a arrepentirse y dejar se camino". Del mismo modo, exhortan a las "corporaciones y empresas que ejercen violencias o colaboran con actores violentos... les pedimos que dejen esos caminos".
La propuesta del episcopado mexicano para construir artesanalmente e institucionalmente la paz es fomentar el "diálogo sinodal y social". El diálogo sinodal -hacia adentro de la Iglesia- para que la paz "sea en verdad un eje transversal de toda la misión de la Iglesia en México"; mientras, los obispos llaman a un nuevo aprendizaje del diálogo social para que se promueva un diálogo diferente al que se usualmente se hace desde la política que "busca arrasar al adversario, descalificarlo, destruirlo".
"Aprendamos a dialogar. Parece absurdo proponerlo, pero en realidad no sabemos hacerlo... para dialogar no podemos de entrada descalificar, etiquetar, humillar... el diálogo social no impone una visión de situaciones violentas o en conflicto... Dialogar no sólo es oír lo que dice el otro, es escuchar, captar el sentido de sus palabras, gestos y actitudes y también de sus silencios".