Ciudad de México.- En medio de la tensión política por el proceso de elaboración y por la calidad de los materiales educativos de los Libros de Texto Gratuito (LTG), los obispos católicos de México reiteraron su llamado a la "serenidad, concordia y esperanza" y exhortaron a dar ejemplo "a todos los niños, adolescentes y jóvenes, de que somos capaces de construir un diálogo fecundo, sereno y solidario, por el bien de nuestro país".
Tras un primer comunicado que emitieron a inicios de mes en el que llamaron a una reflexión sobre los grandes desafíos educativos en México; los obispos volvieron a retomar el tema para emitir tanto inquietudes como oportunidades respecto al conflicto creciente entorno a los libros de texto:
"Todos somos corresponsables de la educación, por lo que necesitamos diálogo y apertura en un clima de respeto, prudencia y discernimiento", adujeron.
En los últimos días, la polémica sobre los contenidos de los libros de texto desarrollados por la administración lopezobradorista ha crecido con varias manifestaciones sociales de descontento que van desde acciones legales para impedir su distribución e las escuelas hasta actos aislados de quema de libros en algunas regiones del país: "En este gran escenario -apunta el Episcopado-, debemos colocar en su dimensión adecuada, el tema de los libros de texto gratuitos. Los libros son materiales auxiliares en el proceso educativo; la educación se lleva a cabo siempre en el encuentro entre personas: sólo la persona educa a la persona".
Y añaden: "No minimizamos la importancia de dichos materiales, sin embargo, para implementarlos y cumplir su finalidad se requiere la participación activa de los padres de familia, de los directivos y, por supuesto, de los maestros".
Sobre los materiales en cuestión, los obispos mexicanos consideran que la presente edición de los libros de texto "ha desaprovechado una valiosa oportunidad para responder creativamente al rezago educativo"; acusan que "la elaboración de los libros de texto que se están presentando para este ciclo escolar ha sido irregular"; que "es evidente la improvisación y confusión en muchos componentes de los libros de texto"; y que "al igual que se ha hecho en otros sexenios, prevalece una visión biologicista y mecanicista del ser humano" en los contenidos de la educación sexual.
Y, al respecto, aclaran que "de ninguna manera podemos compartir los criterios de destrucción de los materiales educativos, sino de corrección y mejoramiento".
Por el contrario, hacen un llamado a la sociedad mexicana: "No perdamos la esperanza, impulsemos con alegría y generosidad, nuevos esfuerzos permanentes y sostenidos que salgan al encuentro de los más vulnerables, en este nuevo ciclo escolar. La esperanza se finca en las propuestas y las acciones de bien, más que en una protesta aislada".
En su exhortación, los líderes católicos destacaron el papel que juegan tanto los padres de familia como los maestros frente al aula, incluso a pesar de las polémicas:
"Confiamos en la labor que desempeñan en el aula los maestros, quienes con su formación, experiencia y comunicación con los padres de familia podrán rescatar los elementos valiosos para sus alumnos... no debemos pensar en términos fatalistas y deterministas. No podemos coincidir con posturas que absolutizan el error y que desconfían de la libertad y criterio del ser humano".
Finalmente expresaron que, como pastores de la grey católica mexicana, su "apuesta" es "la construcción de una Nación, en donde el amor venza al odio, a través de la promoción de un desarrollo humano, integral, solidario y sustentable".