Ciudad de México.- La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) emitió un comunicado urgente sobre la crisis que enfrentan los productores de maíz y las afectaciones de los bloqueos carreteros en Jalisco, Guanajuato y Michoacán. "El campo
mexicano, que alimenta a nuestra nación, merece ser atendido con justicia y prontitud", expresaron en su posicionamiento.
Los prelados describieron una "situación verdaderamente desesperante" para los agricultores. Desde su perspectiva como pastores y líderes espirituales afirmaron que "los precios internacionales y la falta de mecanismos efectivos de protección han llevado a muchos de nuestros agricultores a malbaratar el fruto de su trabajo".
El comunicado, firmado por el obispo de Cuernavaca y presidente de la CEM, Ramón Castro, y por el obispo auxliar de México y secretario general del organismo, Héctor Pérez, alertó además sobre las consecuencias de los bloqueos viales; varios de los cuales han causado afectaciones por más de dos días a miles de pobladores y usuarios del sistema carretero nacional.
"Expresamos nuestra profunda preocupación por las graves afectaciones que estos bloqueos han causado a miles de personas". Mencionaron específicamente a "trabajadores que no pudieron llegar a sus empleos, enfermos que no accedieron a sus consultas médicas, medicamentos que no llegaron a su destino, y lamentablemente, personas que han perdido la vida por falta de atención oportuna".
Los obispos hicieron en nombre de la Iglesia católica un llamado urgente a cuatro sectores: Solicitaron al gobierno federal que "actúe con altura de miras, diligencia y verdadera capacidad de negociación".
Pidieron la creación de "mecanismos que garanticen precios de garantía justos, apoyos efectivos al campo, y compensación por las pérdidas económicas".
A los productores, los obispos expresaron que "comprendemos su angustia y reconocemos la justicia de sus demandas". Sin embargo, les exhortaron a "buscar caminos de diálogo que no profundicen el sufrimiento de otros hermanos mexicanos".
Dirigieron un mensaje a las empresas: "Apelamos a su solidaridad y sentido de justicia para que paguen precios justos por los productos del campo".
Finalmente, en su manifiesto, los obispos también invitaron a la sociedad a expresar una "comprensión mutua, al diálogo constructivo y a la búsqueda de soluciones que beneficien verdaderamente a todos".
Los obispos advirtieron, sobre todo, la posibilidad de caer en un riesgo nacional derivado de una "descomposición social irreversible" si no se atiende la crisis tanto alimentaria, como del mercado de víveres y la libertad de tránsito con prontitud y justicia. El comunicado concluyó con un llamado a Nuestra Señora de Guadalupe para que "interceda por nuestra Patria y nos ayude a encontrar caminos de justicia y reconciliación".

