Paris, Francia.- Luego de poner a la venta algunos patrimonios inmobiliarios y recaudar las inversiones de diversas diócesis del país, el fondo de la Iglesia francesa para indemnizar a las víctimas de abuso sexual cometidos por ministros y empleados laicos ha reunido una primera partida de 20 millones de euros cuyo destino será resarcir el daño a las más de 200 mil víctimas y generar proyectos de prevención de abuso en las instituciones religiosas.
El presidente del Fondo de Ayuda y de Lucha contra los Abusos de Menores (SELAM, por sus siglas en francés), Gilles Vermot-Desroches, afirmó que esta partida "es el primer acto al que la Iglesia francesa se había comprometido con las víctimas". El ocubre pasado, la Comisión Independiente de Investigación de Abusos Sexuales (CIASE) presentó a los obispos y religiosos franceses el balance del informe sobre abusos cometidos por la Iglesia desde 1950.
ASÍ LO REPORTAMOS: Abusos sexuales 'nos hacen eminentemente responsables': religiosos de Francia
Los especialistas, liderados por Jean-Marc Sauvé, concluyeron que al menos 216 mil menores fueron víctimas de abuso cometidos por clérigos en los últimos setenta años y, si se incluye al personal laico operativo en las instituciones religiosas la cifra aumentaría a 330 mil víctimas. Uno de los primeros compromisos de los obispos y la conferencia de religiosos franceses fue indemnizar a las víctimas.
Vermot-Desroches afirmó que los recursos provienen exclusivamente de la venta de patrimonio inmobiliario y de inversiones de obispados; recordó que, para pagar las indemnizaciones a las víctimas, la Iglesia francesa no tomará recursos de las aportaciones que los fieles hacen para los servicios religiosos o para las obras de caridad.
La conferencia de obispos católicos de Francia (CEF), en noviembre pasado, decidió "reconocer la responsabilidad institucional de la Iglesia en las violencias que tantas víctimas han sufrido"; para lo cual se comenzó creando un fondo de indemnizaciones e incluso se ha planteado la posibilidad de adquirir deuda para completar los procesos de endeudamiento.
La Iglesia francesa no puede disponer de todos los recintos religiosos para ponerlos en venta; debido a la ley de separación entre la Iglesia y el Estado, los inmuebles religiosos en custodia de la Iglesia previos a 1905 son propiedad del Estado y, por tanto, de la ciudadanía francesa. Las edificaciones e inmuebles erigidos o adquiridos por la Iglesia después de esa fecha son los que podrían ponerse en venta y, de hecho, así ha ocurrido.
Desde la decisión de la Confernecia Episcopal Francesa, las diócesis han estado haciendo inventario y buscando cómo hacer sus aportaciones. En diciembre, el secretario general adjunto responsable de finanzas de la CEF, Ambroise Laurent, explicó que se valoraba si "las iglesias construidas después de 1905, salas parroquiales o centros de actividades" ligados a parroquias podrían ser puestas en venta. También adelantó que se piensa hacer uso de las denominadas "reservas de seguridad", fondos que las diócesis guardan para garantizar algunos meses o hasta dos años de funcionamiento.
Por ejemplo, la diócesis de Caen-Bayeux, declaró aportar unos 70 mil euros al fondo SELAM procedentes de sus 'reservas propias'. La diócesis de Créteil, por su parte, anunció la venta de una casa unifamiliar comprada hace una década como residencia del obispo, para quien se buscará 'un alojamiento más modesto'.
Según el presidente de SELAM, entre los contribuyentes a los 20 millones figuran "una aplastante mayoría de obispos que han donado a título personal, cada uno en función de sus medios y una aplastante mayoría de diócesis".
De acuerdo con Vermot-Desroches, de los 20 millones de euros hasta ahora recaudados, se ha decidido ya que una primera partida de 5 millones estará destinada al "acompañamiento financiero" de las víctimas de pederastia que hagan una demanda ante la Instancia Nacional Independiente de Reconocimiento y Reparación. Aunque, la SELAM también adelantó que un millón de euros más estará dedicado a "acciones de prevención y de memoria" de los casos de abuso sexual.
Para la Iglesia gala, reunir los fondos para estos fines no es una tarea sencilla pues, según la propia CEF en 2020 y debido al confinamiento por coronavirus, los templos apenas recaudaron 489 millones de euros, frente a los 527 millones del año anterior. Ahora, con la carga financiera que representarán las indemnizaciones y una sensible disminución de donaciones directas (-35% en doce años), la Iglesia mantiene inquietud por los balances financieros del 2021 y 2022:
"En este contexto, restaurar las finanzas de las parroquias sigue siendo un desafío y no será fácil recuperar el nivel de las donaciones y ofrendas de misa de 2019", reconocieron los obispos franceses.
(Con información AFP y El País)