Londres, Inglaterra.- El arzobispo de Canterbury y primado de la Comunión Anglicana, Justin Welby, ha decidido dimitir de su cargo por el mal manejo de varios casos de abuso sexual cometidos contra niños y hombres por un voluntario cristiano, abogado de profesión, durante campamentos de verano anglicanos.
Welby, quien llevaba al frente de la Iglesia de Inglaterra como cabeza espiritual de 42 provincias autónomas, externó su pesar por las víctimas de abuso y explicó que su dimisión responde a una decisión personal para "dejar en claro la seriedad con la que la Iglesia de Inglaterra se compromete a ser un lugar más seguro".
En su declaración, Welby dijo sentirse afligido por los abusos sexuales cometidos por un abogado anglicano durante décadas, a partir de finales de los años 70, contra niños y hombres tanto en territorio británico como en África, durante los campamentos de verano para jóvenes cristianos en los que trabajaba como voluntario.
El caso en cuestión se refiere al abogado anglicano John Smyth, acusado de abusos sexuales, psicológicos y físicos a una treintena de hombres en el Reino Unido y a 85 en África a lo largo de cinco décadas. Un informe de más de 250 páginas, resultado de una investigación independiente, revela que las acciones de Smyth ya habían sido identificadas en la década de 1980, pero las acusaciones no fueron denunciadas a la policía hasta 2013, año en que Welby fue nombrado arzobispo de Canterbury.
Según el informe, aunque el primado anglicano tuvo conocimiento de los delitos de Smyth, no informó a la policía ni puso en marcha las investigaciones necesarias.
Ante el escándalo, fueron los propios miembros del Sínodo General (representantes de las provincias de la Iglesia de Inglaterra) los primeros en iniciar la petición de renuncia al arzobispo de Canterbury. Sus pares alegaron que había "perdido la confianza de su clero" y evidentemente del propio sínodo y obispos anglicanos. La petición además contó con mil 800 firmas en la plataforma Change.org.
Welby había admitido inicialmente que no había perseguido las acusaciones con la "energía necesaria" y reiteró su horror ante el alcance de los abusos de Smyth; sin embargo, había anunciado que no abandonaría su cargo. No obstante tuvo que anunciar su dimisión "tras solicitar el amable permiso de Su Majestad el Rey, Carlos III":
"Espero que esta decisión deje clara la seriedad con la que la Iglesia de Inglaterra entiende la necesidad de cambio y nuestro profundo compromiso de crear una Iglesia más segura. Al dimitir, lo hago en duelo con todas las víctimas y supervivientes de abusos», reza el comunicado del arzobispo hecho público hoy. Cuando me informaron en 2013 y me dijeron que se había alertado a la policía, creí erróneamente que se encontraría una solución adecuada... Está muy claro que debo asumir la responsabilidad personal e institucional por el largo y traumático periodo entre 2013 y 2024".
"Los últimos días han renovado mi sentido de vergüenza, sentido desde hace tiempo y profundamente, por los fallos históricos en la salvaguarda de la Iglesia de Inglaterra", añadió Welby y recordó los casi doce años dedicados a introducir mejoras para combatir los abusos en la Iglesia Anglicana:
"Son otros los que tienen que juzgar lo que se ha hecho. Creo que apartarme es lo mejor para la Iglesia de Inglaterra, a la que amo profundamente y a la que he tenido el honor de servir. Rezo para que esta decisión nos devuelva al amor que Jesucristo tiene por cada uno de nosotros".