Roma, Italia.- A través de un videomensaje, ante más de cien obispos, sacerdotes, monjas y religiosos, algunos también víctimas y supervivientes, de 25 países europeos se reúnen en Roma, el papa Francisco ha urgido a los operadores eclesiásticos a tener "eficacia" en los proyectos de prevención, atención y cuidado de víctimas de abuso sexual en la Iglesia católica.
Durante una semana, se realiza la Conferencia Internacional sobre la Salvaguardia en la Iglesia en Europa, promovida por la Comisión Pontificia para la Protección de Menores y tiene lugar en la sede de la organización, en el Palazzo Maffei Marescotti de Roma; se trata del segundo evento de este tipo después de la conferencia para Europa del Este organizada junto con los obispos polacos en septiembre de 2021 en Varsovia, en la que participaron representantes de episcopados y órdenes religiosas y profesionales laicos (incluidos psicoterapeutas) de 17 países.
En su mensaje, el Papa ha pedido que los programas de protección de abusos de la Iglesia "sean eficaces" y ha impulsado, en concreto, las iniciativas de las diócesis que proporcionan "consuelo y asistencia a los que han sufrido".
Las estrategias de mejora deben partir desde "redes de personas y buenas prácticas para poder compartir conocimientos, apoyarse mutuamente y garantizar que los programas de protección sean eficaces y sostenibles", según el pontífice.
“Vuestro compromiso con esta causa es un signo del esfuerzo continuo de la Iglesia para proteger a los más vulnerables”, ha subrayado Francisco en un video mensaje que ha sido trasmitido al comienzo de las reuniones.
"El diálogo y los intercambios en su Conferencia ofrecen oportunidades prometedoras para una comprensión más plena y un compromiso más profundo con la salvaguarda de los niños y los adultos vulnerables dentro de la Iglesia", ha dicho el pontífice.
Por su parte, el responsable de esta comisión, el cardenal estadounidense Sean O’Malley, ha manifestado que es un deber "escuchar y responder a quienes han sido perjudicados":
"Debemos seguir el debido proceso al investigar las denuncias y debemos mostrar un liderazgo firme al tomar las medidas necesarias para prevenir de la mejor manera posible cualquier caso de abuso".
Con los tres días en programa en el Vaticano, la intención es fortalecer la Red Europea para compartir las mejores prácticas en la misión de proteger a los niños y a los vulnerables. El mapa de los países de donde proceden los distintos participantes demuestra claramente el deseo de expansión: Albania, Austria, Bielorrusia, Bélgica, Bosnia-Herzegovina, Croacia, República Checa, Reino Unido, Francia, Alemania, Hungría, Irlanda, Italia, Lituania, Malta, Países Bajos, Noruega, Polonia, Portugal, Rusia, Eslovaquia, Eslovenia, España y Ucrania (de la Iglesia greco-católica y de la Iglesia católica romana). En la conferencia participarán también representantes del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y de las Sociedades de Vida Apostólica, representantes de la Unión Internacional de Superioras Generales (UISG), de la Unión de Conferencias Europeas de Superioras Mayores (UCESM) y de la Comisión de las Conferencias Episcopales de la Unión Europea (COMECE).
En un mensaje en vídeo desde Boston, el cardenal O'Malley subrayó cómo la principal misión de servicio "se fortalece con la presencia y la participación de las víctimas y los sobrevivientes, gracias por sus contribuciones a ayudar a guiar las conversaciones y deliberaciones".
Abogó por la creación de una cultura "en la que los niños y sus familias puedan aprender y abrazar el amor de Cristo con la certeza de que serán protegidos del abuso":
"Los niños están en el centro de nuestra fe; debemos darles voz y escucharlos. También debemos escuchar y responder a quienes han sido perjudicados, liderando siempre con cuidado y compasión... Debemos seguir el debido proceso al investigar las acusaciones y debemos mostrar un liderazgo fuerte al tomar las acciones necesarias para prevenir cualquier abuso en la medida de lo posible", mencionó.
Finalmente, el secretario del organismo, Luis Manuel Alí Herrera, pidió "acciones concretas y cambios efectivos", porque, afirmó, "nadie necesita palabras bonitas que luego se quedan en el papel: no sirven de nada a las víctimas y a los supervivientes y ni siquiera a quienes participan en la protección de los menores y de los vulnerables o en la acogida de los heridos, ya que se socava la credibilidad misma de sus intenciones y acciones".
Ha llamado la atención que para la realización de este encuentro y teniendo en cuenta que los participantes participarán en una discusión sobre temas difíciles, se ha creado un "Espacio Seguro" para gestionar posibles situaciones incómodas, con estrategias de autocuidado y la asistencia de expertos.