Como, Italia.- A partir de este 1° de febrero, toda persona que tenga alguna inquietud sobre su salud espiritual o sientan necesidad de contactar a un exorcista bastará que se ponga en contacto telefónico con el servicio que promueve el Equipo San Miguel. Se trata de una iniciativa en el marco del Año Jubilar que permitirá poner en servicio a los feligreses con el exorcista diocesano y los sacerdotes asistentes del ministerio de liberación presentes en todo el territorio.
El servicio ofrece a los fieles "liberarse de la perturbación espiritual" y el Equipo San Miguel lo realiza desde el 2012 como una forma elevada de caridad. La novedad es que el contacto podrá realizarse a través de un sistema telefónico.
Los religiosos que participan en el servicio pertenecen a distintos carismas, pero están incorporados al Equipo como auxiliares del exorcista diocesano al mismo tiempo que coordinan actividades y brindan apoyo formativo en campo litúrgico, teología espiritual o derecho canónico junto con profesionales médicos, psicólogos y abogados.
"A lo largo de los años -explica la coordinación del Equipo San Miguel- se ha recibido a cientos de personas, en su mayoría locales de la Diócesis de Como, proporcionándoles un importante consuelo espiritual. Es un servicio destinado a estimular a los fieles a intensificar su vida cristiana mediante la oración, la vida sacramental, el servicio a la comunidad y a discernir aquellos signos que podrían revelar la posible necesidad de la intervención de un exorcista".
La Iglesia diocesana reflexiona que se busca acercar esta iniciativa a más personas debido al Año Jubilar pues debe "ofrece a los fieles múltiples oasis de espiritualidad donde pueden renovar su camino de fe y beber de las fuentes de la esperanza, ante todo acercándose al sacramento de la Reconciliación, punto de partida insustituible de un auténtico camino de conversión".
El Equipo San Miguel recuerda que los fieles deben encontrar, primeramente en su párroco, "el rostro de una Iglesia que acoge y escucha a cuantos están afligidos por el sufrimiento espiritual"; sin embargo, también comprende que hay que acercar más a los ministros religiosos a la población: "en los sacerdotes encuentran ministros a través de los cuales pueden experimentar el perdón de Dios y la remisión de sus pecados o por medio de los cuales pueden recibir bendiciones", afirman.
Así, la Secretaría del Equipo San Miguel ofrece asistencia para encontrar un auxiliar cercano. Llamando al 031.3312224 será posible dejar un mensaje. El operador devolverá la llamada dentro de las 48 horas siguientes, enviando al fiel solicitante al asistente del exorcista para una entrevista. En la Diócesis de Como los exorcistas diocesanos reciben sólo a las personas enviadas por los auxiliares.
El Equipo aclara que todas las solicitudes recibidas están obligadas a confidencialidad y los asistentes eclesiásticos son responsables de sus actuaciones ante el obispo. Cualquier persona que utilice el servicio deberá indicar, en el mensaje a la Secretaría, sus datos personales, los medios de contacto y los motivos que le llevaron a solicitar el apoyo .
¿Cómo saber si se requiere asistencia espiritual especializada?
Los equipos diocesanos de asistencia explican que suelen ser muchas las razones que llevan al encuentro del mal y a la perturbación espiritual. Por ejemplo:
- Alejarse de la vida de fe;
- la elección del pecado sin ningún arrepentimiento;
- rebelión contra Dios;
- la participación propia o de terceros en sectas (para lo cual existe también un servicio específico de la Policía Estatal, con el número anti sectas);
- proximidad a rituales alternativos,
- magia negra, espiritismo, práctica de hechizos, invocación satánica o adivinación.
Son muchos, por tanto, los aspectos que pueden llevar a pedir este tipo de apoyo, conscientes de que liberar del mal y de las perturbaciones espirituales es una alta forma de caridad . El exorcismo no es un rito mágico, sino un proceso largo y exigente, de fuerte y directa implicación personal (por eso la llamada telefónica es sólo un primer contacto para conocerse), que lleva a reconstruir la vida cristiana, a través de la oración, de los sacramentos y de las obras de caridad, reconstruir la red de relaciones con Dios y con los hermanos .