Bakú, Azarbaiyán.- Una sorpresiva misiva de las comunidades religiosas de Azerbaiyán ha sido enviada al presidente de los Estados Unidos, Donald J. Trump, felicitándolo por su reciente inicio de mandato y expresando su apoyo a su "firme compromiso con la defensa de los valores tradicionales y la protección de la libertad religiosa".
En la misiva, los líderes religiosos destacan que la dedicación del mandatario estadounidense a "la fe, la familia y los principios morales sirve de ejemplo para millones de personas en todo el mundo" y promueve "un renovado énfasis en la identidad espiritual y la integridad moral".
Los firmantes resaltan que Azerbaiyán es un "modelo de convivencia religiosa", donde musulmanes, cristianos, judíos y seguidores de otras creencias coexisten en armonía. "En una época en la que la discriminación religiosa y étnica, como la islamofobia, el anticristianismo y el antisemitismo, aumentan en varias partes del mundo, Azerbaiyán se erige como un ejemplo", subrayan.
No obstante, para la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés) Azarbaiyán impone un estricto control gubernamental sobre los grupos religiosos; sólo las asociaciones religiosas registradas tienen estrechos márgenes de operación y los grupos de fieles no islámicos deben avalar sus actividades ante el Comité Estatal para el Trabajo con las Asociaciones Religiosas; por si fuera poco, este comité de gobierno es el que nombra a los ministros de culto musulmanes y regula los nombramientos de sacerdotes, pastores y representantes religiosos.
El gobierno de Azerbaiyán además sostiene la financiación anual de los grupos religiosos que considera 'tradicionales' como la Iglesia Católica Romana, la Junta Musulmana del Cáucaso, la Iglesia Ortodoxa Rusa, las comunidades judías y la comunidad albanesa-UDI; de este modo no sólo se garantiza la adhesión de los líderes religiosos de esas comunidades al gobierno sino la imposibilidad de que otros grupos no alinieados al poder vivan con libertad sus derechos fundamentales a la religión.
Desde ese contexto, los líderes religiosos registrados y patrocinados por el gobierno central de Azerbaiyán destacaron "el respaldo del gobierno azerbaiyano a las instituciones religiosas, garantizando igualdad de condiciones para todas las comunidades religiosas, con apoyo financiero y moral regular".
La carta de la junta de líderes religiosos también reconoce la creación de la Oficina de la Fe en la Casa Blanca y el nombramiento de la reverenda Paula White-Cain como asesora principal, lo cual consideran un reflejo del "compromiso del presidente Trump con la integración de la fe en la gobernanza y la vida pública".
Finalmente, los líderes religiosos expresan su esperanza de "colaborar con líderes y organizaciones de Estados Unidos para promover el entendimiento mutuo y los valores compartidos", confiando en que el liderazgo de Trump continúe "siendo una fuente de inspiración para impulsar políticas que refuercen las comunidades religiosas y defiendan las libertades de culto a nivel mundial".
La misiva está firmada por destacadas figuras religiosas de Azerbaiyán, entre ellas Jeque-ul-Islam Allahshukur Pashazada, presidente de la Oficina de los Musulmanes del Cáucaso; el obispo Aleksiy, de la Iglesia Ortodoxa Rusa en Bakú y Azerbaiyán; el obispo Vladimir Fekete, de la Iglesia Católica Romana en Azerbaiyán; y líderes de las comunidades judías y cristianas del país.