Ciudad de México.- Al recordar las víctimas de la violencia en México y conmemorar el tercer aniversario del asesinato de los sacerdotes jesuitas en la Sierra Tarahumara, los participantes católicos del Diálogo Nacional por la Paz (DNP) aseguraron que "el dolor se convirtió en esperanza" cuando los mexicanos se unieron por encima de sus diferencias y colaborar en un proyecto de construcción de paz.
El mensaje fue difundido través de un video en el que participan el presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Ramón Castro Castro; el secretario general del organismo, Héctor Pérez Villarreal; los sacerdotes jesuitas Gerardo Luis Moro, provincial de la Compañía de Jesús en México, y Jorge Atilano González, director ejecutivo del DNP; y el religioso Luis Felipe González, provincial de los Maristas México; junto con la secretaria de la Dimensión Episcopal para Laicos, Denisse Arana; la coordinadora del DNP, Ana Paula Hernández; y otras académicas y una estudiante.
Entre los resultados del Diálogo Nacional destacaron que "el sufrimiento se transformó en una causa compartida". Mariali Cárdenas, investigadora, afirmó que la esperanza nació cuando miles de ciudadanos decidieron unirse por encima de sus diferencias. El religioso Moro Madrid recordó que los sacerdotes asesinados entregaron su vida por proteger a otros y que su sacrificio germinó en el movimiento que hoy recorre el país entero.
El obispo auxiliar de México, Pérez Villareal, aseguró que durante estos tres años "se ha acompañado a víctimas, se han alzado voces que antes eran ignoradas y se han creado redes de solidaridad desde lo más profundo de las comunidades".
Ana Paula Hernández también destacó que la Iglesia y el DNP han "caminado junto a madres buscadoras, comunidades heridas, jóvenes con miedo y autoridades que escuchan".
En la renovación del llamado nacional a la paz, los partícipes del Diálogo Nacional propusieron cuatro acciones concretas:
- Repique de campanas en todos los templos de México este 20 de junio a las tres de la tarde, como señal de unidad y anhelo de paz.
- La presentación de informes estatales sobre los logros alcanzados y los pasos a seguir.
- Celebrar Misas por la paz en cada parroquia para hacer memoria de las personas asesinadas y desaparecidas; y
- Leer un comunicado en todos los templos el domingo 22 de junio que exponga la postura del Diálogo Nacional por la Paz ante la actual situación que enfrenta el país.
Pérez Villarreal reafirmó que, pese al dolor acumulado, la Iglesia sigue creyendo que México puede cambiar ya que la violencia y la impunidad no deben ser el destino de ninguna nación; asimismo, aseguró que la esperanza aún vive en el corazón de quienes creen en el poder de la unidad.
Finalmente, el jesuita Jorge Atilano González recordó que la causa de construcción de paz es por los que se han ido, pero también por los que vendrán, porque, dijo: "La paz no es tarea de unos cuantos, es responsabilidad de todos".