Bogotá, Colombia.- La Iglesia colombiana denunció un acto de agresión contra el derecho constitucional de libertad de culto que se verificó el pasado domingo 20 de marzo en la Catedral Primada de la Arquidiócesis de Bogotá.
El sacerdote Jorge Marín, párroco del recinto catedralicio, relató que durante la Celebración Eucarística dominical un particular grupo de personas ingresó al templo aparentemente para participar de la asamblea y se hicieron pasar por feligreses de la religión católica: "Entraron al templo con tapabocas y se sentaron en las bancas para participar aparentemente de la celebración, como cualquier persona".
Sin embargo, durante el momento de la Comunión (el acto más relevante y sagrado para los fieles católicos), los miembros del peculiar grupo se cubrieron los rostros con pasamontañas e interrumpieron el acto litúrgico: "Se encapucharon ahí mismo, se pararon sobre las bancas y empezaron a gritar arengas", relata el párroco Jorge Marín.
El sacerdote también asegura que, de inmediato, el personal del templo solicitó a los manifestantes encapuchados a retirarse del recinto y permitir que los fieles continuaran con su celebración:
"Se llamó a la Policía en la Plaza de Bolívar; ellos los sacaron y ya. Fue una cuestión que duró tres o cuatro minutos y se continuó la celebración normal", relató.
No obstante, la incursión premeditada para irrumpir un acto religioso propio de los fieles católicos ha sido duramente condenado por autoridades eclesiásticas y civiles. El propio presidente de Colombia, Iván Duque, y la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, declararon de manera separada que dicha agresión contra la libertad religiosa de la comunidad católica no permanecerá sin que se ejerzan acciones legales.
A esta condena pública se sumaron, los candidatos en la contienda presidencial en curso, Federico Gutiérrez y Gustavo Petro; ambos líderes políticos expresaron su rechazo a este tipo de acciones discriminatorias y violatorias de la libertad de culto en la República de Colombia.
Los actos de los agresores fueron justificados y reclamados por el colectivo R.A.R. A través de una cuenta en redes sociodigitales, un personaje que se autodenomina 'Simona' ha explicado que el acto de violación a la libertad de culto se trata de un primer performance de su ideología. El mismo perfil sociodigital dice identificarse con el colectivo 'Primera Línea', un grupo conocido en Colombia por su organización para provocar desmanes y promover la destrucción de bienes patrimoniales del pueblo colombiano durante las protestas.