Bogotá, Colombia.- En el inicio de la fase presencial del Diplomado de Cuidado y Protección de Niñas/os, Adolescentes y Personas Vulnerables, monseñor Jorge Carlos Patrón, obispo coordinador del Cebitepal, dirigió unas palabras a los participantes de este importante acto académico que se realiza en Bogotá, agradeciendo la presencia de quienes acudieron a esta cita.
Un espacio de formación organizado por la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) y el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), que inició el pasado 03 de junio de manera hibrida y se extenderá hasta el 31 de octubre de 2024. Se cuenta con la presencia 28 estudiantes de Latinoamérica y de España.
El también arzobispo metropolitano de Xalapa en México inició su reflexión recordando que la vida cristiana de toda persona está llena de encuentros, así como los vivió Jesús hecho hombre, quien permeó todas las relaciones humanas y compartió con las comunidades. Por lo que agregó que, este tipo de encuentros misioneros de formación con personas y temas concretos son muy importantes para la vida de la lglesia.
“Ver esos corazones con rostros propios, vidas entregadas a un servicio, eso produce alegría y esperanza. La alegría y esperanza nuestra es eso, saber que damos la vida, pero la damos por otros”.
En un segundo momento de su intervención, el prelado recordó que fue precisamente durante el mandato Benedicto XVI, cuando proclamó el jubileo del “Año Sacerdotal” en junio de 2009, cuando se dio inicio a ese camino de purificación en la Iglesia, en lo que respecta a este tema de la protección de menores.
En este sentido, el obispo dijo “el Papa Francisco da un paso adelante, él nos pide que pasemos de la purificación a ser una Iglesia misionera profética. En la manera que purificamos hacia adentro, de lo que hacemos de la Iglesia, de nuestras instituciones, lugares, culturas de seguridad y de encuentro, eso es lo que estamos llamados a hacer”, expresó.
Igualmente, al observar que, en este mundo donde en lugar de avanzar en el cuidado y protección de los niños, antes bien ha empeorado, pidió a los presentes no dejar de soñar por propender de un ambiente acogedor y protector para los niños. “Esta es una oportunidad para que con nuestra entrega pasemos de la purificación interior, al elemento propositivo y profético que el mundo nos exige”.
Concluyó, recordando que el trabajo y el camino por recorrer es aún largo e indicó que todos los presentes en ese espacio han de estar agradecidos porque fueron escogidos por Dios para vivir ese momento histórico en la Iglesia.