Ciudad de México.- Tras asegurar que la ignorancia se convierte en agresividad por la ceguera y la cerrazón, el arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Rogelio Cabrera López, invitó a obispos, sacerdotes y agentes pastorales a participar responsablemente en la campaña de vacunación contra COVID-19 implementada por las autoridades sanitarias del país.
“Necesitamos vacunarnos. No le demos vueltas ni nos metamos en negacionismos innecesarios”, dijo durante la apertura de la Jornada Nacional Sacerdotes Saludables y Samaritanos donde también pidió ser solidarios y no ‘adelantarse’ en la lista de vacunación si aún no les corresponde.
Para Cabrera, en el primer año de la pandemia de COVID en México, los ministros de culto debieron enfrentar la crisis sin estar suficientemente preparados, principalmente en lo que respecta a la salud integral: “Nuestros presbiterios no estaban atendidos en salud; principalmente por cuestión económica. Es claro que hay diócesis que no cuentan con recursos suficientes para atender como desean a su presbiterio, pero también creo que hay cierta irresponsabilidad de la cooperación solidaria”.
El arzobispo se refiere a los planes o programas solidarios de salud presbiteral que se nutren de las cooperaciones de todos los ministros de culto; mientras se cubran las cuotas del seguro sacerdotal, los servicios de atención cuentan con los recursos para auxiliar en la cobertura de gastos médicos.
“La crisis sanitaria nos sorprendió a todos, pero también la situación económica; nos reveló la situación de descuido y de responsabilidad de nosotros para cubrir nuestra cuota de seguro de salud”, reconoció Cabrera.
En su reflexión, el arzobispo compartió con el clero mexicano la importancia de la prevención en materia de salud; explicó que la pandemia ha obligado a los ministros a revalorar que la sana alimentación y el ejercicio físico contribuyen directamente en el bienestar integral y en la respuesta del cuerpo ante enfermedades como el COVID-19 o otras de tipo crónico-degenerativo: “Sin duda, cuanta menos prevención tengamos, habrá mayor exigencia de curación”.
“Gracias a Dios vivimos más tiempo; pero también los sacerdotes deben tener la seguridad de su vejez. Así que se vuelve necesario tener una casa sacerdotal en cada diócesis para atender su edad avanzada, atender a los enfermos crónicos y atender a los hermanos mayores”.
Finalmente, frente a los comentarios de desaprobación y crítica de la opinón pública que han recibido funcionarios y personajes destacados sobre anteponerse a recibir la vacuna contra COVID mientras en México apenas se cumplen las etapas de inoculación al personal sanitario y personas mayores de 60 años en localidades periféricas, el arzobispo refirió que a él le ofrecieron vacunarse en otra localidad o incluso en alguno de los municipios de Nuevo León donde él es arzobispo: “pero decidí que no, decidí esperar a cuando me toque a mi domicilio. Esto también es un gesto de solidaridad”.