Matamoros, Tamaulipas.- Antes de salir de Tamaulipas para participar de la 119 Asamblea Plenaria de obispods de México, el pastor de la Diócesis de Matamoros-Reynosa, Eugenio Andrés Lira Rugarcía, expresó preocupación ante lo que considera un intento del gobierno federal por restringir la libertad de expresión religiosa. El líder católico se refirió específicamente a las iniciativas para regular las plataformas digitales utilizadas por las iglesias para comunicarse con sus comunidades.
"La única manera de conocer la realidad es escucharnos todos", declaró Lira Rugarcía durante una entrevista. Añadió que "decirle a una persona 'tú cállate, no opines, tú no digas', expresa mucha inmadurez, inmadurez humana e inmadurez política, porque todas las voces tienen que ser escuchadas".
El obispo enfatizó la necesidad de igualdad ante la ley. "Si decimos que todos los mexicanos somos iguales ante la ley, hay que demostrarlo, hay que vivirlo, no solo platicarlo". Señaló que desde el gobierno se debe actuar "con apertura y disposición al diálogo", especialmente cuando se trata de normas que puedan afectar la libertad de expresión en espacios de fe.
Lira Rugarcía estableció una comparación con sistemas autoritarios: "Sí, en regímenes totalitarios pasa eso. Por eso no podemos permitir que ocurra en México. No es lo que se prometió". Advirtió que "si se empieza a callar a un sector, se va a ir callando a todos los demás".
El obispo destacó el trabajo actual de la diócesis, que impulsa visitas pastorales en las parroquias de la región donde los fieles dialogan abiertamente sobre temas sociales, políticos y espirituales. Mencionó que este modelo debería servir de ejemplo para los gobernantes.
"Si uno le dijera a la gente: como no estás de acuerdo con mi punto de vista, tú te callas, eso no puede ser", expresó Lira Rugarcía. Subrayó que "necesitamos escucharnos todos y, en este sentido, una auténtica democracia, un auténtico respeto al pueblo implica escuchar todas las voces y discernir cuáles se apegan más a la realidad".
Apelando a los más de 90 millones de católicos que tiene México, la Iglesia considera fundamental que el Estado garantice la libre manifestación de las ideas religiosas y mantenga un marco de respeto mutuo entre autoridades y ministros de culto. El obispo insistió en que esta relación es esencial para la convivencia democrática en el país.

