Tlalnepantla de Baz, Estado de México.- El trágico derrumbe del Cerro del Chiquihuite al norte de la Ciudad de México provocó afectaciones a más de 150 viviendas populares asentadas en la ladera de la montaña dejando sin hogar a centenas de habitantes del municipio de Tlalnepantla y amenazando a casi medio millar más de personas cuyos hogares podrían ser tocados por los monolitos que las persistente lluvias han erosionado.
Además de los albergues habilitados por las autoridades civiles (un deportivo, un salón de fiestas y un comedor comunitario); la Arquidiócesis de Tlalnepantla dispuso dos parroquias cercanas a la zona de la tragedia para recibir a las personas que han perdido sus hogares y otros que, de manera preventiva, se encuentran en la zona de peligro de futuros desgajamientos de las rocas gigantes que amenazan con desprenderse del cerro.
Se trata de la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en calle Club Excursionistas Tzinantécatl esquina calle Montañistas de México, colonia Lázaro Cárdenas Primera Sección; y la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, ubicada en la calle Guardianes de la Montaña, esquina calle Excursionistas 13, en la colonia Lázar Cárdenas, Primera Sección.
La Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús habilitó todas sus instalaciones para recibir a casi medio centenar de damnificados; hasta la noche del domingo, el templo, párroco y fieles se han organizado para acondicionar un albergue, un comedor y un centro de acopio de ropa, agua, medicinas y víveres para asistir a 56 personas de 5 familias, de las cuales 13 son adultos mayores, 29 adultos, y 14 menores de edad.
La parroquia ha continuado además con los servicios religiosos y litúrgicos para los habitantes y los refugiados; el sacerdote Humberto Falcón ha manifestado su gratitud por la respuesta de la comunidad católica para ayudar de manera pronta y humanitaria a sus hermanos y vecinos; sin embargo, también alertó de actitudes poco cristianas durante la tragedia.
Acusó que algunas personas, sin necesitarlo, se acercan al centro de acopio de la parroquia para pedir alimento, despensa o beneficio material "dejando a los afectados sin estos apoyos -lamentó el ministro-. No quiero parecer fariseo, pero lo único que nos queda es pedir a Dios por esa gente, porque bien dice el dicho, más rápido cae un hablador que un cojo".
El mismo sacerdote hizo un reconocimiento a la gente de bien que, desde varios puntos del Estado de México y la Ciudad de México han acudido a aportar y apoyar a los damnificados.
La Iglesia local también hizo un reconocimiento a la comunidad parroquial de El Carmen y de la Iglesia La Lupita por la generosidad de su apoyo con la gente que ha perido su hogar y que requiere encontrar otro espacio dónde vivir.
Dulce María Tinoco, encargada del albergue y Centro de Acopio de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, afirmó que en la noche del sábado llegaron 72 personas, que integran 10 familias de la zona donde fue el derrumbe, de la calle de Chamoni, Alpino Solitario, Coyotes y otras. Algunas personas ya fueron recibidas por familiares en otra localidad.
Comentó que la gente no ha dejado de apoyar con alimentos, cobijas, medicamentos, agua; sin embargo, el albergue ya esta lleno e invitó a los vecinos que busquen en otros albergues, como en la Iglesia del Carmen, la Lupita y otros en la zona.
El derrumbe acontecido el viernes pasado ha dejado hasta el momento un saldo de dos personas fallecidas, más de una decena de personas desaparecidas y medio millar de damnificados; unos porque sus hogares sufrieron pérdida total y otros por la amenaza de que el cerro continúe desgajándose por las lluvias y los movimientos telúricos del centro de la República mexicana.
La zona está vigilada por elementos de la Guardia Nacional y por personal de Protección Civil del Estado de México; se han colocado diques de contención para evitar más filtraciones y potenciales accidentes.