Puebla de los Ángeles, Puebla.- Preocupado por la violencia, la pobreza, los feminicidios y las muertes causadas por el COVID-19, el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, exhortó a los fieles poblanos a no mantenerse indiferentes ante el dolor y la angustia que enfrenta la sociedad.
El arzobispo elevó plegarias por todos los ciudadanos que padecen o sufren las consecuencias de la violencia y de las enfermedades, especialmente por COVID-19. Hizo un alto en su reflexión para también pedir por el descanso de Isaac Felipe Alonso, un joven que vendía dulces afuera de la catedral angelopolitana para pagar sus estudios en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. El joven enfermó de cáncer de estómago y falleció el 3 de enero pasado; por lo que el arzobispo elevó preces por su eterno descanso al tiempo que pidió a la feligresía mantenerse empática con las familias que han perdido a algunos de sus integranates en el último año.
Al respecto, cuestionó la decisión de algunos legisladores del estado de Puebla que desean aprobar leyes contra la dignidad de la vida humana justo en momentos tan acudiantes para la población y en medio del dolor por tantos crímenes y dolencias.
"Los legisladores deben hacer leyes que promuevan la vida, el respeto y los valores, pero nunca leyes que promuevan el aborto", lamentó y clamó por el fin de los actos de violencia en todas las expresiones (que van desde agresiones y hasta el crimen en forma de feminicidios); pidió que la ciudadanía se involucre en la atención de estos flagelos sociales así como en la erradicación de esta cultura de descarte y de agresión a la dignidad humana.
Finalmente pidió que las familias poblanas mantengan la unión entre sus miembros pues de esa manera pueden ayudar mejor a sus semejantes; en el terreno espiritual recordó que la oración por los enfermos y por quienes sufren es una responsabilidad de los cristianos: "Dios espera la respuesta de su pueblo, enderecen lo torcido"
"Hoy estamos viviendo una cuarta ola de contagios, tenemos que seguir cuidándonos... tenemos que seguir tomando con responsabilidad todos los protocolos de salud que nos recomiendan. Nosotros, los católicos, con mayor razón, porque nosotros amamos la vida, amamos a la familia. Porque en la familia recibimos los valores, los principios, la formación y la fe. Debemos seguir cuidando la vida y la salud de nuestras familias; porque la vida es sagrada para nosotros los creyentes. [Lamentablemente] hay mucho desprecio a la vida. Ya ven las noticias... cuerpos... desaparecidos, violencia por todas partes".