Tulancingo, Hidalgo.- Ante los catequistas de la región hidalguense, el arzobispo de Tulancingo, Oscar Roberto Domínguez, pidió a las catequistas que escuchen los problemas de niños y adolescentes que enfrentan complicaciones en casa o son víctimas de violencia, durante la celebración del Jubileo Diocesano de Catequistas en la Catedral Metropolitana.
El religioso se dirigió a aproximadamente 600 catequistas de diversas parroquias en un contexto donde casos de violencia, crimen y salud mental no atendida afectan a jóvenes mexicanos. Domínguez afirmó que “muchos niños y niñas les confían los problemas de su casa, la violencia que viven”, y enfatizó que “ayudenlos a descubrir el amor de Cristo”.
Esta declaración se produce cuando instituciones enfrentan desafíos para atender integralmente la salud mental de jóvenes y prevenir situaciones críticas.
El arzobispo añadió que “ustedes son peregrinos pero también son acompañantes de estos pequeños que Dios ha puesto en sus manos, por eso quieranlos y respetenlos”.
Domínguez recalcó que la formación católica requiere “creatividad, paciencia, caridad, testimonio”, y señaló que debe ser “el anuncio vivo de Jesucristo, de Cristo que te ama”, en lugar de solo un método de transmisión de conocimiento.
El evento coincidió con el jubileo que el papa León XIV celebró en el Vaticano, donde aproximadamente 20 mil personas de 115 países se congregaron.
El pontífice destacó que “el Catecismo es el instrumento de viaje que nos protege del individualismo y las discordias”, y que los catequistas “ponen en el corazón la palabra de vida, para que produzca frutos en una vida buena”.