Ciudad de México.- Durante la simbólica celebración eucarística que el secretario del Estado Vaticano presidió a los pies de Santa María de Guadalupe en el Tepeyac, el cardenal Pietro Parolin reflexionó sobre el sentido del mensaje guadalupano entorno a 'Construir la Casita Sagrada':
"El pueblo es el verdadero santuario que Santa María de Guadalupe pide que se construya incesantemente", dijo el cardenal secretario y recordó las palabras del papa Francisco en 2016 justo en la Basílica guadalupana: "El santuario de Dios es la vida de sus hijos, de todos y en todas sus condiciones".
Parolin pidió a la Iglesia mexicana a acudir al encuentro del pueblo mexicano, sobre todo "de los rostros sufrientes que nos duelen, como los migrantes, los excluídos, los que están sometidos por las drogas, los jóvenes sin oportunidades, los niños abandonados en nuestras grandes ciudades".
El cardenal secretario del Estado Vaticano aseguró que México y otros países latinoamericanos viven desde hace muchos años con "desigualdad, pobreza, violencia del crimen organizado, división por causas políticas, sociales y hasta religiosas". Por ello pidió que los mexicanos hagan un esfuerzo de reconciliación:
"Un México que tiene necesidad de reconciliarse consigo mismo, de reencontrarse como hermanos, de perdonarse mutuamente, de unirse como sociedad superando la polarización. Un México que sepa mirar a su historia para no olvidar la gran riqueza de sus raíces y la herencia recibida en los valores que han forjado su identidad a lo largo de muchas generaciones".
El cardenal Parolin insistió que el camino hacia el futuro de la reconciliación pasa por la confianza y fe en Jesucristo: "Que nuestra fe en Cristo resucitado nos ayude a ser constructores de una mejor sociedad a partir de nuestras familias y desde el lugar que ocupamos en la vida pública".
La celebración se realizó en el altar mayor de la Insigne y Nacional Basílica de Guadalupe con la presencia del cardenal arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes; el cardenal Felipe Arizmendi Esquivel, el arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado, Rogelio Cabrera López y varios miembros del colegio episcopal mexicano.