Ciudad de México.- La titular de la Secretaría de Educación Pública, Delfina Gómez Álvarez, sostuvo un diálogo abierto con el arzobispo de Monterrey y presidente de la Conferencia del Episcopado (CEM), Rogelio Cabrera López, en las que destacó la coincidencia en los objetivos centrales de la enseñanza en México para el bien de las comunidades.
"Tener este diálogo con ustedes nos permite cubrir una necesidad de intercambio de ideas", reconoció la maestra Gómez y agradeció la preocupación de la Iglesia católica por considerar al sistema educativo como prioritario en la política pública nacional.
"En su mensaje nos hablan de garantizar un programa estratégico para el regreso a clases. Y es lo que deseamos: Poner a la educación en el primer plano de la política pública. Para lo cual tuvimos que reorganizarnos por completo en la Secretaría para ofrecer una respuesta educativa".
Gómez continó enumerando las coincidencias entre lo planteado por los obispos y los propios objetivos de "la Nueva Escuela Mexicana [que] trabaja para convertir cada centro escolar en un auténtico centro comunitario para la convivencia social, armónica y solidaria".
La secretaria también compartió sus inquietudes por fortalecer la estructura de los centros escolares tanto en el ámbito tecnológico por la contectividad a través de internet como en la infraestructura básica de sanidad, higiene, convivencia y enseñanza en los planteles.
Gómez también reconoció que, según datos de la propia SEP, el abandono escolar aumentó a 900 mil alumnos en el sistema de educación; y aunque aseveró que otras organizaciones sociales dicen tener otras cifras, "nuestro objetivo es ir por esos niños incluso si fuese uno solo. Saber qué niños no se han incorporado y por qué ha sido: ya fuere por la pérdida de sus padres o incluso desánimo de la pandemia".
La maestra dijo que el compromiso de la SEP es atender con urgencia el desarrollo de la infancia y sus familias a través del modelo de la Nueva Escuela Mexicana la cual tiene "principios de humanismo, solidaridad y cultura de paz, formar mexicanos íntegros, honestos, responsables y amorosos de su patria dispuestos a servir a los demás y con sentido de saber eschchar". Gómez insistió que desde la dependencia se tiene el compromiso de rescatar el sentido trascendental del ser humano y revalorar su dignidad humana.
Por su parte, Cabrera reconoció que, por palabras del propio presidente de la República, la dependencia educativa ha debido realizar un gran esfuerzo de las autoridades para que los niños vuelvan a la escuela 'llueva o relampaguee'. No obstante, también hizo un llamado a la prudencia tanto como a la insistencia de la importancia de que regresen los menores a las aulas.
El propio arzobispo preguntó a la secretaria Delfina Gómez cómo evalúa los trabajos frente al retorno a los planteles:
"La SEP tiene ante sí una de las tareas más desafiantes... es regreso a las escuelas. Para el inminente retorno a los planteles vemos que la escuela no es sólo un espacio formativo sino un segundo hogar para niños y jóvenes. Las escuelas se convierten en un ambiente en el que la niñez se desarrolla; por ello necesitan un espacio amigable y propicio para socializar, para minimizar el estrés y la posible violencia que quizá han vivido durante la pandemia; regresar al juego, a la convivencia [porque esto] mejora la parte afectiva del pequeño".
"La escuela es una lucecita que tienen en todo el día", afirmó la titular de la educación en México.
A través del diálogo, la profesora también compartió parte de sus orígenes y trayectoria como mexiquense, catequista, maestra, directiva y política: "Me enseñaron que todo en la vida se logra a través del esfuerzo, constancia y disciplina [...] Yo daba catecismo en mi barrio, en San Pedro... ví que mi voación era enseñar y no se me quita ese amor por la enseñanza".
.El encuentro es parte de la serie de 'Diálogos por la Esperanza' organizado por la Dimensión de Pastoral Educativa y de Cultura del Episcopado Mexicano y afitrionado por el sacerdote Eduardo Corral en cooperación con la Universidad Vasco de Quiroga, la Universidad del Valle de Atemajac y la Organización de Universidades Católicas de América Latina y el Caribe (ODUCAL).