Ciudad de México.- Tras nueve años de servicio ininterrumpido del sacerdote doctor Mario Ángel Flores Ramos, como magnífico rector de la Universidad Pontificia de México (UPM); esta casa de estudios a nombrado al presbítero Alberto Anguiano García, de la arquidiócesis de Monterrey, para encabezar al claustro de profesores y docentes de la universidad de los obispos de México.
En una ceremonia presidida el 16 de agosto por el arzobispo cardenal de México y gran canciller de la UPM, Carlos Aguiar Retes, se ha impuesto el cargo a Anguiano para que se inaugure el ciclo académico 2021-2022.
El rector saliente relató algunos de los principales logros académicos de la UPM, especialmente aquellos vinculados a la formación de agentes para la protección de menores y la creación de un centro de bioética y estudios sobre la familia:
"Hace exactamente nueve años, el 16 de agosto del 2012 comencé con mucha emoción mi servicio como rector de esta institución del episcopado mexicano, la universidad pontificia, en el marco de la celebración de sus 30 años de su reapertura [...] Hoy concluyo con un sentimiento de gratitud a Dios, por todas las experiencias que me ha permitido vivir, por las personas que me han acompañado y por la cercanía de Su Providencia y Bendición".
Flores Ramos destacó que todos los académicos y formados de la UPM buscan ser servdores del evangelio: "portadores no sólo de conocimiento sino de fraternidad y de compromiso. Forjados como testigos de Jesucristo para construir un mundo con más fe, más espeanza, en Aquel que todo lo puede".
Por su parte, Alberto Anguiano dio la bienvenida a todo el plantel académico, directivos y estudiantes de la UPM y reflexionó: "Iniciamos este curso lectivo en medio de la más virulenta ola de SARS-COV2... pero también en medio de una segunda epidemia que hace más de 15 años afecta a los mexicanos: la violencia".
El nuevo rector mostró su preocupación por el fenómeno migratorio en México así como los cambios climáticos derivados de las afectaciones a los equilibrios ecológicos del planeta. Aseguró que estos lamentables hechos deben hacer caer en cuenta a la sociedad "de que todos somos hermanos e inquilinos de una casa común" y, por tanto de que tiene "el reto de construir un 'nosotros', una 'mirada común'".
Anguiano pidió que la aspiración de la UPM sea siempre el "ensanchamiento de miras para comprender globalmente y, por tanto, actuar localmente". Reflexionó sobre la actual crisis "de desequilibrio planetario" que cuestiona severamente el sentido de las univeridades y su función en la sociedad: "Queda más que claro que el tema no es la ciencia ni la tecnología; sino la falta de una sabiduría que ayude a descubrir el amor y la compasión, valores que deben guiar el conocimiento e inventiva humana".
Alberto Anguiano García es sacerdote miembro del clero de la Arquidiócesis de Monterrey, tiene grado de licenciatura eclesiástica en Teología Dogmática por la misma UPM y realizó su doctorado en la misma área de estudio en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma. Forma parte del claustro de profesores de la misma institución educativa mexicana.
Anguiano también ha realizado servicios pastorales-académicos en su arquidiócesis de Monterrey, en la que ha sido prefecto de estudios del Seminario diocesano y censor eclesiástico. Fundó la Asociación Mexicana de Teología Dogmática (AMTD) y participó en la fundación de la Academia Mexicana de Teología (AMT).
A nivel nacional, el doctor Anguiano colaboró en la fundación del Centro de Investigación y Formación Interdisciplinar para Protección de Menores (CEPROME) de la UPM y actualmente se desempeña como Director del Departamento de Publicaciones de la Universidad Pontificia de México y de la Revista 'Efemérides Mexicana'.
El académico es miembro del Consejo Reflexivo de la Conferencia del Episcopado Mexicano y del equipo coordinador del Proyecto Global de Pastoral 2031-2033. A nivel continental, Anguiano es miembro del equipo de reflexión teológico pastoral del CELAM y del equipo latinoamericano de Antropología Trinitaria.