Ciudad de México.- La Iglesia católica mexicana externó su radical condena de los actos violentos del pasado 5 de marzo durante el partido de futbol entre las escuadras del Querétaro y el Atlas, y que -hasta este momento y según versiones oficiales del gobierno queretano- ha dejado un saldo de más de 25 personas heridas, tres de gravedad y quince órdenes de aprehensión; no obstante, testimonios y medios sociodigitales insisten en la posibilidad de algunas víctimas mortales.
Los obispos dijeron sentirse "conmocionados ante los violentos y lamentables hechos" por los "actos atroces protagonizados por aficionados de ambos equipos, quienes perdieron toda cordura y con una violencia salvaje desataron fuertes enfrentamientos, ocasionando diversas víctimas, tal como se pueden observar en las imágenes que circulan en las redes sociales".
El episcopado mexicano declaró su rechazo categórico a "cualquier episodio de violencia por mínima que sea, ya que pone en riesgo la integridad, la tranquilidad y la sana convivencia pacífica entre las personas de la sociedad".
El mensaje, divulgado desde la Secretaría General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), exhortó a los clubes deportivos, a las autoridades y a la sociedad civil "hacer del fútbol y de cualquier deporte, una oportunidad para crear espacios de integración y no de enfrentamiento".
Ramón Castro Castro, obispo de Cuernavaca y secretario general de la CEM, hizo un llamado a la reconstrucción del tejido social mediante el diálogo, el respeto, la comprensión y la tolerancia: "Caminemos juntos siempre hacia el encuentro, la esperanza y el amor como una verdadera búsqueda e instauración de la cultura de paz", dijo.
El obispo insistió en que la Iglesia promueve el respeto a la vida y a su dignidad, al orden y a la justicia; y, por ello, pidió un comprometido acuerdo social para la construcción de paz en México y el mundo: "Evitemos ser insensibles e inconscientes ante los acontecimientos que estamos viviendo y sufriendo como seres humanos, es decir, una crisis global derivada de una pandemia que ha cobrado la vida de millones de personas. Tampoco cerremos los ojos delante de un conflicto bélico entre naciones que podría desatar una tercera guerra mundial, con consecuencias inimaginables".
El mensaje concluye con una oración y un clamor final: "México, por favor: ¡Necesitamos paz!"