Madrid, España.- El secretario general y vocero de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Francisco César García Magán, expresó su convicción de que no hay condiciones para que se produzca una renuncia del pontífice argentino, hospitalizado desde el viernes 14 de febrero por diversos problemas de salud.
En una rueda de prensa al término de la reunión de la Comisión Permanente del órgano de coordinación de los obispos españoles, García Magán detalló que la renuncia del Pontífice está prevista en el canon 332.2 del Código de Derecho Canónico, con el único requisito de que “sea libre y se manifieste formalmente”.
García Magán también recordó que es público que en 2013 el papa Francisco entregó al entonces secretario de Estado Vaticano, cardenal Tarsicio Bertone, “una carta firmada con su renuncia formal en caso de impedimento”.
El portavoz de la CEE señaló al respecto que “no se están dando estas condiciones porque ese impedimento al que el Papa se refería era cuando está vinculado a una limitación mental, a un impedimento mental. Lo que tiene ahora el Papa son enfermedades propias de la edad”.
“Como él ha dicho en alguna ocasión, la Iglesia no se gobierna con las rodillas, sino que se gobierna con la cabeza, con la ayuda del Espíritu Santo”, añadió el prelado, quien, tras la renuncia de Benedicto XVI, consideró que, de tomar la misma decisión el papa Francisco, “no sería novedad”.
El portavoz episcopal de la Iglesia en el Reino de España, un referente global del catolicismo romano y que el papa Francisco no ha visitado en sus 12 años de pontificado, también subrayó que “no estamos en periodo precónclave, ni mucho menos” y realizó un llamamiento al pueblo de Dios para “intensificar la oración por la curación de este Papa” y hacerlo “con afecto y con comunión”.
García Magán explicó que, en caso de que el papa Francisco falleciera, son cuatro los cardenales miembros de la CEE que podrían participar en un cónclave al tener menos de 80 años: el arzobispo de Madrid, José Cobo; el de Barcelona, Juan José Omella: y los eméritos de Madrid, Carlos Osoro; y de Valencia, Antonio Cañizares. Aunque dijo que previsiblemente, por motivos de salud, el cardenal Cañizares no podría desplazarse a Roma llegado el caso.
Otros dos cardenales españoles miembros de la Curia Romana podrían formar parte del cónclave. Son el cardenal Fernando Vérguez, presidente de la Gobernación del Estado Vaticano (aunque cumple 80 años el próximo 1 de marzo y perdería el derecho a participar como cardenal elector) y el cardenal Ángel Fernández Artime, pro-prefecto del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica.
Finalmente, apuntó que hay otros tres purpurados más de origen español menores de 80 años que pertenecen a otras conferencias episcopales: el cardenal arzobispo emérito de Santiago de Chile, Celestino Aós Braco; el cardenal arzobispo de Rabat, Cristóbal López Romero (nacido en España y nacionalizado paraguayo); y el cardenal obispo de Ajaccio (Córcega, Francia), Francisco Javier Bustillo.