Esta semana estuve por primera vez en Monterrey, México. Fui a dar una clase en el Diplomado que organiza la FEHDE (Federación Humanista de Empresarios).
Otros años ya había colaborado en este Diplomado, pero siempre había sido por zoom; esta ha sido la primera vez en que intervine presencialmente. El público estaba formado por jóvenes empresarios del área de Monterrey, la más próspera del país.
Todos ellos tienen empresas o trabajan como ejecutivos en empresas. Quieren reorientar sus negocios bajo la inspiración del humanismo cristiano. Se mostraron muy interesados en saber más acerca de ética empresarial, comercio justo, responsabilidad social corporativa, economía circular, economía civil, cooperativas. Son pocos: tal vez la semilla pequeña de algo grande.
Gaza (IV): el éxodo invertido
Hace años vi la película Éxodo (1960), de Otto Preminger, basada en la novela homónima de Leon Uris (1958). Antes del verano pasado, empecé a leer el libro, pero tuve que dejarlo a mitad al viajar a Europa, pues no quería llevar exceso de peso en la maleta. Lo retomaré más adelante.
Narra la historia del barco Exodus 1947, que trató de llevar a miles de refugiados judíos a Palestina tras la Segunda Guerra Mundial. El ejército británico les barró el paso con la intención de impedirles ver cumplido su sueño, el de vivir libres en el futuro Estado de Israel. Una historia épica la de aquel viejo barco Exodus 1947.
Lamentablemente, Israel se ha cambiado de lado de la historia. Esta semana la flotilla internacional Global Sumud trataba de llegar a Gaza con el noble propósito de llevar alimentos y medicinas a los palestinos masacrados desde hace dos años.
En una especie de éxodo invertido, y violando el Derecho, el ejército israelí asaltó violentamente los barcos de la flotilla en aguas internacionales, secuestró a su tripulación y se la llevó a Israel. Allí los detenidos fueron maltratados física y psicológicamente: sin agua, sin comida, quitándoles los medicamentos a los diabéticos, obligándoles a desnudarse, amenazados, con insultos, humillaciones y forzándoles a firmar un documento que contiene falsedades para poder regresar a casa (“Declaro que quise entrar ilegalmente en Israel”).
Lo dicho, Israel se ha cambiado de lado de la historia. Hace mucho que dejó el de las víctimas que buscan libertad y justicia para reubicarse en el de los verdugos que masacran a civiles indefensos.
Finlandia
Semanas antes de la invasión rusa del este de Ucrania (24 de febrero de 2022), el presidente americano Joe Biden avisó de que los satélites detectaban una acumulación de tropas rusas cerca de la frontera con el país centroeuropeo, y unos días antes advirtió de que la invasión era segura.
Vladimir Putin, con un humor torpe que no hace reír a nadie, bromeó acerca del nerviosismo occidental y aseguró que no tenía ninguna intención de invadir Ucrania.
Putin miente como habla y se va comiendo territorios europeos con el mismo método de Hitler sin recordar cómo acabó el líder nazi en 1945.
Desde hace cinco meses, Rusia está acumulando tropas frente a su frontera con Finlandia, de 1.300 kilómetros. Finlandia está en la Unión Europea desde 1995 y en la OTAN desde 2023, dos membresías de las que carece Ucrania, pero no parece que nada de eso preocupe al ignorante oso ruso.
No olvidemos que Finlandia fue rusa de 1809 a 1917. Eso sí lo recuerda Putin.
Seguiré, espero.