Ciudad del Vaticano.- En el marco de la conmemoración de los 75 años de la publicación de la Declaración Univeral de los Derechos Humanos este 10 de diciembre, el papa Francisco destacó en el rezo del Ángelus dominical la importancia de que todas las naciones y todas las instancias internacionales recuerden mantener el compromiso con la promoción de los derechos fundamentales para toda la especie humana.
Tras rezar el Ángelus, el pontífice afirmó que el compromiso con los derechos humanos nunca termina.
En ese sentido, el pontífice afirmó que "se han dado muchos pasos adelante, pero aún faltan muchos". Además, lamentó:"A veces, por desgracia, se retrocede".
Por ello, quiso mostrar su cercanía por “todos aquellos que luchan y hablan en primera persona para defender los derechos de los que no cuentan”.
En ese contexto, el papa Francisco realizó un nuevo llamamiento ante la guerra en la Franja de Gaza a proteger civiles y garantizar la ayuda humanitaria.
La dignidad humana es la base de la libertad, la justicia y la paz, según establece la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Aprobada el 10 de diciembre de 1948 por la Asamblea de las Naciones Unidas tras una cruenta Segunda Guerra Mundial, la declaración considera esencial que los derechos a la vida, la educación, la salud, el trabajo, la movilidad, la participación democrática, entre otros, sean protegidos por los Estados miembros de la ONU.
Lo anterior, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión.
Entre los derechos garantizados en sus 30 artículos, se encuentran la vida, la familia, la libertad, la seguridad, el trabajo, y protección de la ley.