Ciudad del Vaticano.- El Dicasterio para la Doctrina de la Fe, comandada por el cardenal argentino Víctor Fernández, divulgó las conclusiones del proceso extrajudicial iniciado contra el arzobispo Carlo María Viganó, acusado de delito de cisma, y lo declaró culpable del delito así como merecedor de la excomunión latae sententiae.
Vignó, de 83 años, quien realizó tareas diplomáticas y en los palacios apostólicos para los pontífices Juan Pablo II, Benedicto XVI y el propio Francisco, queda de esta forma castigado con la mayor pena canónica eclesiástica y sólo el sumo pontífice podría levantar dicha sanción.
El arzobispo de origen italiano ha realizado desde finales de los años 60 trabajo en la diplomacia vaticana y en la gestión de la máxima curia romana como Observador Permanente ante el Consejo Europeo, nuncio en Nigeria y en los Estados Unidos de América, así como oficial de la Secretaría de Estado Vaticano y secretario general del Governatorato del Estado de la Ciudad del Vaticano.
El dicasterio para la Doctrina de la Fe informó que el 4 de julio concluyó el proceso penal extrajudicial contra Viganó y lo encontró culpable del delito canónico de 'cisma'.
El cisma es el rechazo de la sujeción al Sumo Pontífice o de la comunión con los miembros de la Iglesia a él sometidos. El que incurre en cisma no niega ninguna verdad de fe, pero rompe el vínculo que le une al Romano Pontífice y a los demás miembros de la Iglesia.
Por ello la Santa Sede destacó que "son conocidas sus declaraciones públicas, de las que se desprende su negativa a reconocer y someterse al Sumo Pontífice... y de la legitimidad y de la autoridad magisterial del Concilio Ecuménico Vaticano II"; por lo que fue declarado culpable del delito reservado de cisma bajo la pena de excomunión latae sententiae según el cánon 1364 p. 1 del Codex Iuris Canonici.
Contexto
El pasado 20 de junio, Viganó informó a través de redes sociales sobre el inicio de un proceso jurídico contra él y compartió con sus seguidores que la Santa Sede lo convocó para enfrentar el proceso penal extrajudicial; sin embargo, en ese mismo mensaje reiteró su afirmación sobre la ilegitimidad del papa Francisco como líder de la Iglesia católica.
No sólo eso. Viganó, además de negar la legitimidad del papa Francisco, ha rechazado las doctrinas emanadas del Concilio Vaticano II y establecidas en sus Constituciones Apostólicas.
En otro momento polémico, el arzobispo Viganó acusó directamente al papa Francisco y a otros funcionarios de la Curia romana de proteger y encubrir al excardenal norteamericano, Theodore McCarrick, hallado culpable de abuso sexual.
Por si fuera poco, Viganó acusó al pontífice de cometer herejía y cisma por secundar la política de vacunación durante la pandemia de COVID-19 y por el acuerdo con las autoridades de la República Popular China para nombrar obispos en aquella nación.