Ciudad de México.- Porque la paz apremia en México y tras los graves actos de violencia en diferentes puntos de la República, la Iglesia católica en México extiende su mano para colaborar en la construcción de paz junto a las autoridades civiles, otras asociaciones religiosas y la sociedad organizada, reiteró el arzobispo Rogelio Cabrera López, presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
El arzobispo de Monterrey ofreció el respaldo de la Iglesia católica al gobierno mexicano en la búsqueda de paz: “Sabemos que el gobierno no puede estar solo ni debe estar solo [pues] un gobierno que se queda solo va a gobernar mal”.
En la reflexión del presidente de la CEM, si los representantes del gobierno “se dejan acompañar por toda la sociedad sin excluir a nadie creo yo que se puede dar un mejor servicio porque la paz apremia en México”.
En vísperas de la CVIII Asamblea Plenaria de los obispos de México, el presidente del organismo colegiado reconoció que a los obispos les preocupan los eventos “crudos” de “feroz violencia” de las últimas semanas (Culiacán y Chihuahua) y advirtió que “es necesario que alguien tome la iniciativa de convocar para que las iglesias y la sociedad organizada nos unamos a este proyecto de construcción de paz”.
“Tenemos una población anímicamente insegura y con miedo; esto se percibe a donde quiera que uno vaya. La gente tiene esta sensación. Más con los actos de violencia”.
Cabrera López agregó que un factor que alimenta la violencia en las calles es la propia violencia intrafamiliar. Aseguró que es un fenómeno creciente y preocupante “porque si la familia crece en violencia, las calles serán el escenario natural de una violencia mayor”.
Los obispos que se reunirán la próxima semana en la Casa Lago del Estado de México dedicarán horas de trabajo a reflexionar desafíos nacionales como “la pobreza creciente, que no parece ir de manera a la baja; la violencia feroz que hay en México… y la corrupción que parece imparable, no sólo la corrupción que tiene que ver con el dinero sino el que tiene que ver con la autoridad”, explicó el arzobispo.
En la asamblea se prevé la participación de 176 participantes entre arzobispos, obispos y administradores diocesanos que buscarán “ofrecer respuestas pastorales concretas ante los graves desafíos de nuestra época”.