Ciudad de México.- En el marco de las celebraciones patrias, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) difundió un mensaje en el que vinculó el tradicional grito de independencia con un llamado a la unidad nacional y la defensa de valores sociales y culturales.
El pronunciamiento, firmado por el presidente de la CEM, Ramón Castro Castro, y el secretario general, Héctor M. Pérez Villarreal, destacó que la exclamación “¡Qué viva México!” no debe entenderse solo como una expresión festiva, sino como una plegaria por el país.
En el texto, los obispos subrayaron que “¡Qué viva México en nuestros niños! Que se respete su vida desde la concepción”, al tiempo que reclamaron condiciones dignas de desarrollo para la infancia.
También hicieron énfasis en la situación de los jóvenes, a quienes pidieron ofrecerles oportunidades de equidad y justicia: “Que se les rescate de las garras de la droga y la violencia; qué México brille por el ingenio, la valentía y el coraje de sus jóvenes”.
El documento incluyó un llamado a reconocer el papel de las mujeres y de las familias como pilares del país. “Que sepamos brindarles espacios seguros, de respeto y equidad”, señalaron sobre las mujeres, mientras que de las familias afirmaron: “Que vivan libres de violencia y se conviertan en promotoras de la paz”.
La CEM advirtió sobre los desafíos que enfrenta el país al describirlo como “herido, desangrado por la violencia, confundido por las ideologías y amenazado en sus instituciones”, y convocó a mantener la fe como fuerza de esperanza.
El mensaje concluyó con una invocación: “¡Que viva la libertad, el diálogo, el respeto, y la paz! ¡Qué viva la Virgen de Guadalupe! ¡Qué viva México!”.