Ciudad de México.- Este 11 de octubre, el obispo Jorge Cuapio Bautista ha tomado posesión de la Diócesis de Iztapalapa en la zona oriente de la capital de la República mexicana una de las circuncripciones eclesiásticas más pobladas del país con casi dos millones de habitantes, de los cuales el 85% se declaran católicos.
Cuapio Bautista, de 54 años, es originario de Santa Ana Chiautempan; se ordenó sacerdote para la diócesis de Texcoco y fue nombrado obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Tlalnepantla en 2015. En agosto pasado, el papa Francisco le designó como Segundo Obispo de Iztapalapa. Cuapio releva a Jesús Antonio Lerma Nolasco, primer obispo de la recién creada diócesis de Iztapalapa el pasado 28 de septiembre de 2019.
Durante la Toma de Posesión de la Diócesis que gobernará pastoralmente, Cuapio fue acompañado por el Nuncio apostólico en México, Franco Coppola, y el cardenal arzobispo de México, Carlos Aguiar Retes. En la Catedral de Iztapalapa, la ceremonia inició con la apertura de la Puerta Jubilar del santuario del Señor de la Cuevita para dar la bienvenida al nuevo pastor. De inmediato, Cuapio asperjó a los presentes con agua bendita y acudió al Sagrario para orar por su nuevo pueblo; más tarde, confirmó la profesión de su fe para recibir la cátedra iztapalapense.
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En la ceremonia, el nuncio apostólico entregó las letras pontificias con las que el papa Francisco nombró a Jorge Cuapio como obispo de Iztapalapa y este las mostró al pueblo y a los ministros de la Iglesia. Cuapio fue abrazado y felicitado por una veintena de obispos mexicanos de la zona centro del país.
En su primer mensaje a la Diócesis de Iztapalapa como su segundo obispo, Cuapio externó: "A partir de hoy, soy su padre y pastor; pidan a Dios que me regale su santo espíritu para que aprenda a compartir los sentimiento del corazón de Dios Padre y pastoree a esta joven Iglesia con la misma entrega que Nuestro Señor Jesucristo".
"La Iglesia de Iztapalapa está formada mayoritariamente por jóvenes, por eso debemos velar con esperanza, ilusión y alegría. Pero como no se puede crecer sin conciencia del pasado ni certeza del futuro, invito a todos a valorar las profundas raíces sobre las que estamos sólidamente fundados".
En su mensaje, Cuapio reconoció la riqueza de las culturas ancestrales que fundaron Iztapalapa y las valores culturales de las familias que migraron hacia el oriente capitalino provenientes de varios estados de la República.
Cuapio también hizo un reconocimiento a los cardenales Ernesto Corripio Ahumada (finado), Norberto Rivera Carrera y Carlos Aguiar por su acompañamiento a Iztapalapa como arzobispos primados; también agradeció la entrega de varios vicarios episcopales y obispos auxiliares que lideraron la Iglesia local; y finalmente, hizo un extenso reconocimiento a su predecesor, Lerma Nolasco, como primer obispo diocesano.
Visiblemente afectado y con voz entrecortada, Jorge Cuapio suplicó al Pueblo de Iztapalapa y a los hermanos ministros que oren por él y su ministerio:
"Les suplico no dejen de rogar al Señor por mí; que me regale su santo espíritu que nos hace fecundos y agradables a los ojos de Dios, que nos da un mismo sentir y pensar, que nos sostiene y nos impulsa, que nos conforta y corrige, para que en comunión con todos ustedes y bajo la intercesión de San Pablo, apóstol de las naciones y patrono de nuestra diócesis, edifiquemoes esta Iglesia particular de Iztapalapa y la engalanemos. Y, al final de nuestros días, la presentemos pura, santa, inmaculada, enjoyada y ebellecida ante su divino esposo".