Ciudad de México.- Para superar el individualismo y el egoísmo, la Arquidiócesis de México destacó la importancia de la Cuaresma como un tiempo propicio para fomentar la conversión y contribuir a la construcción de una sociedad y un país mejor a través de un mayor sentimiento de colectivismo y de responsabilidad comunitaria.
A través de su órgano oficial, la Iglesia de la capital de la República señaló que la sociedad ha caído en dinámicas que "se convierten en cadenas, ataduras materiales y espirituales que oprimen".
Estas dinámicas -alerta la Iglesia dirigida por el cardenal arzobispo, Carlos Aguiar Retes- priorizan el egoísmo y la ambición de poder, llevando al abandono del prójimo, de los seres queridos y, en ocasiones, de la esperanza personal.
Por ello, resaltó la importancia de vivir este tiempo de Cuaresma como una oportunidad para la fe, la acción y la conversión hacia una nueva esperanza.
La Iglesia local hizo eco de las palabras del papa Francisco al llamar a reflexionar sobre el estilo de vida personal y familiar, en hacer una pausa en el camino y evaluar si se aporta algo positivo al entorno en la casa, la calle, el vecindario y el trabajo.
“Actuar también es detenerse, recibir la Palabra de Dios y abrir los ojos para ver al hermano herido, para que la humanidad extraviada sienta un destello de esperanza”, expresó.
Esta reflexión cuaresmal se extendió al cuestionamiento sobre cómo una humanidad con notables niveles de desarrollo científico, técnico, cultural y jurídico puede convivir entre desigualdades y conflictos, alejándose de la paz y acercándose a la violencia.
Las autoridades eclesiásticas hicieron un llamado a la responsabilidad colectiva, enfatizando que está en manos de la sociedad dejar atrás esta “esclavitud moderna” para caminar en libertad, esperanza y amor.
Se instó a los gobernantes a utilizar su poder por el bien común, evitando fomentar divisiones o buscar beneficios personales.
Asimismo, se llamó a aquellos con más oportunidades a abrir caminos para quienes carecen de ellas, promoviendo un caminar en comunión y unidad en lugar de adoptar posturas individualistas.