Monterrey, Nuevo León.- En el marco de las fiestas patrias, Rogelio Cabrera López, arzobispo de Monterrey, compartió una reflexión sobre el significado de la libertad e invitó a los mexicanos a construir una patria basada en la unidad y el perdón. Más allá de una concepción tradicional de libertad abogó por una transformación interior de cada persona en clave de esperanza.
El arzobispo aseguró que “la verdadera grandeza de México radica en la unidad y la esperanza” y, por ello, propuso un "redescubrimiento" de la libertad, que no se limite a lo político o social, sino que sea “una libertad interior que nos permita ser un pueblo capaz de perdonar, reconciliarse y construir juntos el futuro”.
El mensaje de Cabrera López fue un exhorto a la acción. Instó a las familias a aprovechar las celebraciones patrias para “reunirse, agradecer lo recibido y renovar el compromiso de construir una patria donde reinen la justicia, la libertad y la paz”. Además, hizo un llamado práctico a la oración por necesidades concretas: la lluvia, el cuidado del agua, el aumento de las vocaciones religiosas y la paz global.
Inspirado en las parábolas bíblicas que aboradan la misericordia, el arzobispo subrayó que la madurez cristiana auténtica llega cuando los fieles aprenden a alegrarse por el perdón que recibe un hermano, sin celos ni reproches. Esta idea fundamenta su visión de una comunidad unida alejada de falsos puritanismos.
La aplicación de esta enseñanza para Cabrera es directa: en la familia, con un perdón sin condiciones; en la comunidad, con la acogida al que tropieza; y en la sociedad, “sembrando reconciliación en medio de divisiones y violencias”.
El arzobispo destacó la urgente necesidad de que México cuente con “cristianos que sean artesanos de paz y testigos de que la misericordia de Dios es más fuerte que cualquier odio o resentimiento”.