Ciudad de México.- A través de un diálogo sosegado, liderazgos eclesiásticos y del gobierno federal mexicanos convergieron en que el Estado laico supone la libertad religiosa ciudadana que favorezca la "colaboración para la reconstrucción del tejido social y la construcción de la paz".
En el contexto del Coloquio Conmemorativo del 30 Aniversario del Restablecimiento en México de las Relaciones Iglesias-Estado, celebrado en el Colegio de San Ignacio de Loyola Vizcaínas el pasado 16 de noviembre entre la presidencia de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y la Secretaría de Gobernación (SEGOB), se reflexionó sobre la participación de las iglesias en la vida democrática de México bajo la rectoría de un Estado laico que garantice el derecho a la libertad religiosa y una sana convivencia social, plural y diversa.
En nombre de la CEM, el arzobispo de Monterrey y presidente del organismo colegial de obispos mexicanos, Rogelio Cabrera López, aseguró que existen dos convergencias en el sentido más profundo del Estado y de las Iglesias: "la fraternidad y el servicio... Todos somos hermanas y hermanos, tenemos la misma dignidad, ninguna persona puede ser disminuida en su valor", dijo.
Cabrera abogó por la expresión de la dimensión espiritual y religiosa de cada persona que "tiene que ser valorada, respetada y promovida por todos" en el Estado laico.
Dijo que, aunque la discusión de la libertad religiosa -en específico en México- ha tenido siempre una mirada en los liderazgos que solían contraponer "el poder del Estado y el poder de Dios", "Hoy estamos descubriendo que todos estamos al servicio del pueblo. Toda libertad no es sino un privilegio para un bien común a la ciudadanía". Cabrera pidió salir del binomio que imposibilita ver las cosas y superar el viejo problema en México donde se teme que los ministros de culto puedan o no ocupar un puesto político o de poder: "Creo que, gracias a Dios, estamos saliendo de ese problema".
En el evento también participó el nuncio apostólico en México, Joseph Spiteri, quien confirmó que Estado e Iglesia tienen la responsabilidad de "ponerse al servicio de todos los ciudadanos y ciudadanas. Coincidimos en el servicio a la persona humana. Los ciudadanos necesitan espacios inviolables donde puedan expresar sus ideas y sentimientos religiosos... estamos llamados a construir puentes y no meter muros entre las comunidades".
Por su parte, en representación del titular de la SEGOB, Adán Augusto López Hernández, el subsecretario Yáñez Centeno Cabrera afirmó que uno de los compromisos del Gobierno de México es garantizar la libre manifestación de ideas y de creencias religiosas, así como la libertad de prensa.
Yáñez, quien es subsecretario de Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos de SEGOB, elogió el valor central del Estado laico "el respeto" como un elemento rector de la convivencia democrática en el país
Al participar en el el funcionario recalcó que en el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador “estamos por el diálogo, la tolerancia, la diversidad y el respeto a los derechos humanos”.
En este marco, invitó a que más que concentrarse en las diferencias, se identifiquen las coincidencias, “para que, de manera conjunta y respetuosa, alcancemos objetivos comunes, especialmente, los que favorezcan el bienestar social del pueblo, la reconciliación de la sociedad y la construcción de paz para un México mejor”, expresó.
Finalmente destacó la conveniencia de establecer puentes de cooperación y de diálogo entre las diversas asociaciones religiosas para avanzar en la conformación de una sociedad más justa y fraterna, además de encontrar formas nuevas de colaboración para la reconstrucción del tejido social y la construcción de la paz.