Guadalajara, Jalisco.- La confesión y posterior retractación de Naomi Sofía Figueroa Álvarez, exfuncionaria del Ayuntamiento de Guadalajara, sobre el sacrificio de un perro en un ritual de santería ha desatado una polémica nacional que confronta la libertad religiosa con la protección animal, obligando a revisar los límites legales y éticos de las prácticas de fe.
Una confesión que encendió la controversia
Durante una transmisión en vivo en TikTok, Figueroa Álvarez, quien laboró hasta el 31 de mayo en la Dirección de Colmenas y Centros de Cuidado Comunitario con un sueldo bruto mensual de 18,400 pesos, reconoció haber participado en el sacrificio de un canino. Afirmó que el acto, realizado como parte de un ritual de santería, buscaba "quitar enemigos del camino" y hacer que estos "caigan". Su relato, acompañado de gestos simbólicos en el cuello, generó indignación masiva y demandas de sanción.
La retractación y la sombra de la duda
Frente a la ola de críticas, Figueroa se desdijo días después en otro video. Aseguró que su confesión inicial fue "mentira dicha desde mi vulnerabilidad y mi miedo", atribuyéndola a la presión social. Declaró su amor por los animales –mencionando que tiene mascotas– y confirmó que renunció al Ayuntamiento el 31 de mayo, antes de que estallara el escándalo.
"Estoy muy arrepentida por el daño causado", añadió, aunque su cambio de versión dejó más preguntas que respuestas.
El marco legal: Libertad Religiosa vs. Bienestar Animal
La polémica trasciende el caso individual y toca fibras sensibles del orden jurídico mexicano. Según la Constitución de los Estados Unidos Mexicanos, la ley protege el derecho a practicar creencias, pero dicha garantía no es del todo absoluta. La jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ante el tema ha confirmado la constitucionalidad de aquellas leyes que penalizan el maltrato animal (artículos 350 Bis y 350 Ter del Cód Penal CDMX), incluso en rituales religiosos, al considerar prioritario proteger a seres sintientes sin discriminar cultos.
Al respecto, ley estatal en Jalisco también sanciona explícitamente el uso de animales en rituales que afecten su bienestar, con penas de 6 meses a 3 años de prisión y multas de hasta mil UMA's (113 mil 140 pesos este 2025).
Autoridades estatales no han confirmado una investigación formal, aunque grupos animalistas como Sociedad Animal A.C., representados por Silvia Álvarez, exigen acción: "Es lamentable que un gobierno que promueve la protección animal tuviera en su nómina a alguien que promovió esto".
Voces religiosas condenan acto
La respuesta de líderes espirituales ha sido contundente; por ejemplo, el arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, condenó el maltrato animal, vinculándolo a una "fractura emocional".
"El respeto a la vida comienza con los seres indefensos", afirmó, abogando por educación en compasión: "Formar corazones con conciencia es clave".
Por su parte, el sacerdote José de Jesús Aguilar Valdés, de la Arquidiócesis de México: Explicó que la santería es una práctica sincrética con raíces africanas que usa imágenes católicas para venerar orishas (deidades), e involucra rituales con ofrendas y sacrificios. Aclaró que la Iglesia Católica la considera incompatible con la fe cristiana y exige abandono total de estas prácticas para la reconciliación.