Ciudad del Vaticano.- El Vaticano ha anunciado los detalles del funeral del papa Francisco, que se celebrará este sábado 26 de abril a las 10:00 horas en la Plaza de San Pedro, en una ceremonia que también buscará reflejar su legado de sencillez y reforma. Presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, la misa exequial marcará el inicio de los novendiali, nueve días de duelo con liturgias diarias.
Las autoridades vaticanas aseguran que, en los primeros dos días de exposición de los restos mortales del pontífice argentino, más de 90 mil personas ya han desfilado ante su féretro en la basílica vaticana, un número que se espera aumente hasta el cierre del velatorio el viernes por la tarde.
Un rito transformado
Francisco, fallecido el lunes 21 de abril a los 88 años, reformó en noviembre de 2024 el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, eliminando símbolos asociados a la pompa papal. Por primera vez en siglos, no habrá triple ataúd (ciprés, plomo y roble), sino un féretro de madera revestido de zinc. Tampoco se ha usado el catafalco —plataforma elevada tradicional— ni el báculo papal junto al cuerpo poque "quiso asemejar su despedida a la de un obispo, no a la de un monarca", explicó el Vaticano.
El cuerpo, vestido con sotana blanca, solideo y estola roja, fue trasladado el miércoles pasado desde la Casa Santa Marta —su residencia en el Vaticano desde 2013— hasta San Pedro, donde permanece expuesto en un ataúd abierto.
Fallece el Papa Francisco, primer pontífice latinoamericano, jesuita, transformador
Santa María la Mayor: un descanso simbólico
También habrá cambios en la tumba y cenotafio del pontífice de origen latinoamericano; frente a la tradición de enterrar a los papas en las grutas vaticanas, Francisco instruyó ser sepultado en la basílica de Santa María la Mayor, lugar vinculado a su devoción por el icono Salus Populi Romani y donde su búsqueda de cercanía con el pueblo también se hace presente.
Las autoridades vaticanas insisten en recordar que Francisco acudió hasta este santuario mariano religiosamente antes y después de emprender un viaje pontificio fuera de Italia; y también a su retorno de cada ingreso hospitalario que tuvo. La tumba, ya en preparación, se ubicará en un espacio sencillo, alejado de los mausoleos habituales.
Masividad y austeridad
Aunque los funerales pontificios prevén la asistencia de más de 150 mil fieles y peregrinos, el registro de más de 5 mil representantes de la prensa global y la asistencia de más de 170 delegaciones internacionales de líderes políticos y religiosos; el Vaticano también ha insistido en que los rituales se han simplificado para reducir gastos.
Según estimaciones de especialistas, en 2005, el funeral del papa Juan Pablo II costó 7 millones de euros, pero el Vaticano prevé que esta ceremonia, sin elementos como el catafalco o los tres féretros, sea más económica. Las honras fúnebres del papa Benedicto XVI, también acontecidas de una manera muy singular, porque permaneció emérito durante casi una década y había un pontífice reinante; se celebraron con profunda austeridad. Como sea, aunque no se han divulgado cifras, se espera que la afluencia de peregrinos —y sus donaciones— compensen los costos.
Hacia el cónclave
Tras el funeral y el novenario de misas presididas por ocho cardenales, comenzará el proceso para elegir al sucesor. El cónclave, que reunirá a 123 cardenales electores, podría iniciarse en la segunda semana de mayo. Mientras, el camarlengo cardenal Kevin Farrell gestiona la transición, siguiendo la constitución Universi Dominici Gregis.
Con este adiós, Francisco no solo cierra un pontificado de 12 años, sino que sella su visión de una Iglesia “pobre para los pobres”. Su funeral, alejado de la fastuosidad, será recordado como un testimonio final de coherencia. / Foto: María Langarica