Ciudad del Vaticano.- En el último día de exposición de los restos mortales del papa Francisco en la Basílica de San Pedro, el flujo de peregrinos que han acudido al Vaticano no cesó ni siquiera durante la madrugada. El santuario petrino apenas cerró un poco más de una hora antes de despuntar el alba después de que durante toda la noche los fieles se apersonaron hasta el féretro del pontífice para rendirle homenaje.
Al amanecer, la dinámica que ha requerido inmensos esfuerzos logísticos y de seguridad de la ciudad de Roma, se reanudó en las inmediaciones del Vaticano. Policías, voluntarios y personal de Protección Civil organizan los accesos de los fieles por los cuatro costados del Vaticano especialmente el ingreso por la Vía de la Conciliación y por la Puerta de Santa Ana. Según autoridades locales, más de 128 mil peregrinos han ingresado a la Basílica de San Pedro en estas tres jornadas de velación.
Este día será el último en que los fieles y peregrinos podrán ver el cuerpo del pontífice; de hecho, el Departamento de Protección Civil de Italia ha confirmado que la Plaza de San Pedro cerrará un par de horas antes de que el cardenal Kevin Farrel presida la ceremonia de cierre del ataúd del Santo Padre.
Este acto está lleno de simbolismos y tradiciones debido a que son colocados en el interior del féretro las monedas que relatan los años, meses y días del gobierno pastoral del pontífice, así como un cilindro en el que se resguarda el pergamino donde se destacan los aspectos principales de la vida de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco. Este texto conocido como rogitum contiene una síntesis de la vida y obra del pontífice, es leído ante los asistentes, firmado por alguno de ellos y finalmente depositado en un receptáculo cilíndrico.
Antes de la clausura del féretro, el cardenal camarlengo también colocará sobre el rostro del finado pontífice un lienzo de seda blanco, símbolo de esperanza en que, como fiel creyente, Francisco pueda encontrarse con el rostro de Dios en la vida eterna. Finalmente, rociará agua bendita sobre el cuerpo del Papa.
En esta ceremonia se prevé la asistencia de otros cardenales y representantes canónigos de la Basílica petrina, incluso se ha confirmado la asistencia de familiares del papa difunto que han viajado desde Argentina para acompañar la partida de su ser querido.
Esta jornada, además ha coincidido con la celebración en Italia de la Liberación Antifascista, un histórico momento de resistencia contras las fuerzas fascistas de Mussolini y la ocupación nazi de Hitler en la península; y cuyos actos celebrativos han consistido en la colocación de una ofrenda en el Altar de la Patria por el presidente de la República, Sergio Mattarela, y un discurso de éste ante la nación en el que, además de destacar los principios sociales de la república reconoció que los valores cristianos del papa Francisco convergen con los anhelos democráticos del mundo.
Y es que, las tensiones globales se hacen presentes en la capital italiana ante la llegada de los diferentes líderes mundiales para participar en los funerales de Francisco. Destaca la nerviosa expectativa del arribo del presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, Donald J. Trump, quien adelantó su interés de dialogar con otros mandatarios sobre el tema de aranceles.
También se espera la llegada del presidente ucraniano, Volodimir Zelensky; y del representante diplomático de Rusia; una situación incómoda especialmente para Europa luego del ultimátum de negociación propuesto por los Estados Unidos para terminar el conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, a costa de la cesión de territorio de éste último a la nación euroasiática.
Otros líderes mundiales y representantes de decenas de naciones ya han confirmado su asistencia al Vaticano para la Misa Exequial del papa Francisco que se realizará a las 10 de la mañana del sábado 26 de abril; sin embargo, las autoridades vaticanas adelantaron que, los “sitios de honor” estarán reservados por los preferidos el Papa argentino: refugiados, migrantes y personas en condición de pobreza, los principales destinatarios de sus mensajes e intenciones durante los doce años de su pontificado.
Desde este viernes y hasta el final del sábado por la tarde, la ciudad de Roma permanecerá blindada con más de 8 mil efectivos policiales y militares, los cuales se concentrarán en torno al Vaticano para la Misa Exequial y posteriormente a lo largo de la procesión que se realizará del féretro desde la Plaza de San Pedro hasta la Basílica de Santa María la Mayor, en la colina del Esquilino; un recorrido de siete kilómetros que realizará un periplo por Porta Via de Cavalleggeri, Puente del Príncipe Savoia, Via Vittorio Manuele II, Piazza Venezia, Altar de la Patria, Via dei Fori Imperiali, Coliseo Romano y Via Merulana. / Fotografías: María Langarica