Ciudad del Vaticano.- El papa León XIV denunció ante la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) el uso del hambre como "arma de guerra", calificándolo como una "forma muy barata" de conflicto. En su primer mensaje dirigido a la institución con motivo de su 44° período de sesiones, el pontífice señaló que esta práctica se ha agravado por la acción de grupos armados irregulares que emplean tácticas como "quemar tierras, robar ganado y bloquear la ayuda humanitaria" para controlar poblaciones indefensas.
El Papa destacó la paradoja entre la capacidad global para producir alimentos suficientes y la realidad de 828 millones de personas que padecen hambre crónica. Subrayó que "mientras los civiles enflaquecen por la miseria, las cúpulas políticas engordan con la corrupción y la impunidad".
Posteriormente, el pontífice publicó en su cuenta oficial en X que: "Actualmente asistimos desolados al inicuo uso del hambre como arma de guerra. Quemar tierras, robar ganado o bloquear la ayuda humanitaria son tácticas cada vez más utilizadas por grupos armados irregulares".
León XIV puso incluso nombre a los culpables de esta estrategia: "Mientras los civiles perecen por la miseria, las élites políticas se enriquecen impunemente". Pero no se quedó ahí: desde el Vaticano convocó a "sancionar estos atropellos y perseguir a los responsables"; aunque no definió qué instancia, gobierno u organismo podría ser la responsable de perseguir y sancionar a dichas élites políticas.
Actualmente asistimos desolados al inicuo uso del hambre como arma de guerra. Quemar tierras, robar ganado o bloquear la ayuda humanitaria son tácticas cada vez más utilizadas por grupos armados irregulares. Mientras los civiles perecen por la miseria, las élites políticas se…
— Papa León XIV (@Pontifex_es) July 1, 2025
Esta situación, según el mensaje, se ve exacerbada por el desvío de recursos financieros y tecnológicos destinados a erradicar la pobreza hacia la producción y comercio de armas, lo que fomenta "ideologías cuestionables" y enfría las relaciones internacionales.
Por tanto, el pontífice exigió a la comunidad internacional establecer "límites claros, reconocibles y consensuados" para sancionar a los responsables de utilizar el hambre como estrategia bélica. Asimismo, vinculó la seguridad alimentaria con la acción climática, advirtiendo que sin "medidas decisivas y coordinadas" será imposible alimentar a una población mundial en crecimiento.
Propuso una transición ecológica justa que priorice la regeneración de la biodiversidad y proteja a comunidades vulnerables, incluidos los pueblos indígenas.
León XIV cuestionó el incumplimiento del objetivo de "Hambre Cero" para 2030, señalando que el deterioro de la seguridad alimentaria global aleja cada vez más esa meta. Criticó la retórica política sin acciones concretas: "Es perentorio pasar de las palabras a los hechos [...] dando por zanjada la época de los eslóganes y promesas embaucadoras". La Santa Sede se comprometió a cooperar con la FAO en la búsqueda de soluciones, enfocándose en las poblaciones más afectadas y regiones remotas abandonadas por la indiferencia internacional.