Ciudad de México.- En nombre de los obispos católicos del país, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) se pronunció contra la iniciativa de ley en la Ciudad de México con la que los legisladores capitalinos buscan abrir la puerta a garantizar el homicidio de un bebé en gestación incluso en los meses en que la viabilidad de su vida autónoma es posible:
"No podemos permanecer en silencio ante una medida que, bajo el argumento de defender derechos, en realidad desconoce el derecho humano más fundamental: el derecho a la vida desde la concepción hasta su muerte natural; y que abandona a las mujeres a decisiones que pueden marcar dramáticamente sus vidas".
Con votos mayoritarios en las comisiones previas al voto pleno del Congreso, las y los diputados con el afán de 'despenalizar el crimen de aborto' podrían abrir la posibilidad de ampliar el negocio que llevan clínicas privadas de garantizar la muerte de los bebés con hasta 7 ó 9 meses de gestación, sin atender las consecuencias físicas o psicológicas que las madres pudieran tener después de las intervenciones.
De hecho, grupos provida han denunciado que para la terminación de la vida de los bebés por nacer se utilizan métodos clínicos para matar el feto en el vientre de su madre que, por ley, están prohibidos como métodos para el sacrificio de animales de consumo humano.
Por ello, dicen los pastores, "se pretende eliminar por completo la protección legal de la vida en gestación" y recuerdan que, como sucedió en 2007, estas iniciativa de ley de la capital de la República podrían ser copiadas por otros congresos estatales:
"Probablemente se extenderá a otros estados de la República y no solo eliminaría el límite actual de las doce semanas de gestación, sino que abriría la puerta a la terminación del embarazo en cualquier momento. Más aún, pone en riesgo la salud y la vida de las mujeres al crear la falsa percepción de que el aborto es seguro y es la única opción ante un embarazo en circunstancias difíciles".
A través de un mensaje pastoral, los obispos de México explican que la vida humana es un don de Dios y recuerdan las palabras del del Papa Francisco quien aseguró que "la defensa del inocente que no ha nacido debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana". Mencionan que si se relativiza la dignidad humana -al grado de garantizar medios y mecanismos para propiciar la muerte de los más vulnerables- se pierde el criterio fundamental social para juzgar la verdad y la bondad de las leyes de convivencia social.
VE MÁS: Violencia en México evidencia egoísmo y descarte de la vida humana: Arquidiócesis
Ante el panorama, los obispos católicos convocaron a la grey mexicana a trabajar en tres aspectos:
- Orar, trabajar y acompañar a todas las mujeres... con especial atención a quienes atraviesan situaciones dramáticas y de vulnerabilidad, brindándoles alternativas reales y apoyo concreto;
- Hacer oír nuestra voz en los espacios públicos y legislativos en defensa de la persona humana en todas las etapas y situaciones de vulnerabilidad; y
- Promover una verdadera cultura de la vida que supere toda forma de violencia contra los más vulnerables y fomente el desarrollo de una sociedad madura que reconoce, ama y sirve a la vida humana en todas sus etapas. Esta tarea nos interpela a todos.
Los obispos concluyen su mensaje exhortando a los católicos a robustecer su apoyo a las mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad y a acompañar especialmente a las que se encuentran en una encrucijada entre la vida y la muerte o agraviadas por la pobreza, violencia o abandono; en primera persona aseguran que mantendrán su compromiso "brindando asistencia espiritual y material a quienes lo necesiten, y extendemos nuestra comprensión, misericordia y amor hacia aquellas que han vivido el drama del aborto".