Orizaba, Veracruz.- En su reflexión homilética de la Festividad de Pentecostés, el obispo Eduardo Cervantes Merino denunció la manipulación de ciertos sectores sociales especialmente por su condición de pobreza; y dijo que, en conciencia, la ciudadanía no puede dejar que por esa razón la gente sea manipulada.
El obispo denunció que ciertos grupos políticos y económicos utilizan a las personas en condición de pobreza para "hacer cosas con las que no están de acuerdo" pero que al final ejecutan "a cambio de un beneficio mínimo".
Cervantes no mencionó ningún caso en particular pero aseguró que la manipulación de conciencia en la población pobre se realiza con falsas promesas o con dádivas que se aprovechan de su condición precaria:
"Busquemos maneras en que la gente sea menos manipulada por su pobreza. ¡Hermanos! ¡Qué triste es ser manejados, manipulados en la conciencia debido a la pobreza! Y que, a cambio de lo poco que les dan, les obliguen a hacer cosas de las cuales no están totalmente convencidos".
El obispo puso en contexto esta realidad para explicar que el Espíritu Santo otorga diversos dones a los hijos de Dios y que sin duda deben esos dones ser empleados para auxiliar a los más necesitados, sin aprovecharse de su situación:
"[La fiesta de] Pentecostés no es una estampa bonita ni una cosa del pasado o que surgió allá cuando nació la Iglesia. Pentecostés es permanente. Porque cada uno de nosotros, en nuestra historia y en nuestra vida diocesana, sabemos que la acción del Espíritu sigue actuando en nosotros, incluso cuando somos tan distintos".
Por ello, recordó que todos los fieles cristianos están llamados a poner al servicio de la comunidad los dones que cada quien tiene, para construir el bien y la paz: "Los dones que Dios nos da nos ayudan a construir un mundo más humano y fraterno", concluyó.