Ciudad de México.- Tras los hechos de amenaza y violencia armada ocurridos en las instalaciones de la parroquia de San Jorge Mártir, en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México, la Arquidiócesis capitalina lamentó que los espacios originalmente destinados a la vida comunitaria y al encuentro fraterno "se vean amenazados por la violencia, que no sólo daña a las víctimas directas sino que fractura el tejido social".
La mañana del 1° de julio, en las instalaciones educativas y deportivas del Centro Pastoral de Atención a la Juventud que administran los religiosos de San José Murialdo en San Juan de Aragón, un supuesto caso de conflicto laboral derivó en agresión y la privación ilegal de la libertad de un rehén por parte del quejoso.
"El sujeto acudió a reclamar debido a que hace tres años lo corrieron de un gimnasio que él mismo acondicionó y, durante la discusión, sacó de entre sus ropas un arma de fuego y lo amagó", indicó la policía de la ciudad en una tarjeta informativa.
El agresor secuestró y amenazó al personal de la institución y finalmente, de forma trágica, fue ultimado por elementos de la policía local. El rehén, según el parte de la Secretaría de Seguridad Ciudadana, resultó ileso.
La función del Centro Pastoral
Testigos refieren que antes de las diez de la mañana se percibieron cinco detonaciones de arma de fuego al interior de las instalaciones pastorales. De inmediato llegó la policía y los uniformados ingresaron al inmueble para dialogar con el agresor que tenía al rehén en uno de sus salones. En la negociación, un elemento de la Policía de Investigación de la Ciudad fue herido. Todo indica que esta agresión orilló a los vigilantes del orden a disparar contra el agresor.
La Arquidiócesis de México explicó posteriormente que durante todo ese tiempo tanto los sacerdotes josefinos de Murialdo como la comunidad parroquial y feligreses se encontraron a salvo de los hechos ocurridos en el inmueble pastoral aledaño:
"Como Iglesia que peregrina en la Ciudad de México reiteramos con firmeza nuestro llamado a promover una cultura de paz, en la que todos y todas asumamos nuestra responsabilidad de construir condiciones más justas y humanas para convivir".
La Iglesia local recordó que las instancias católicas han promovido diferentes acciones de paz como lo que promueve el Centro Pastoral de Atención Juvenil de los Josefinos y de otras congregaciones religiosas: centros de escucha (para acompañar a víctimas de violencia), promoción de diálogo (para vincular a organizaciones de servicio), buzones de paz (para dar información confidencial sobre delitos y desaparecidos) y la campaña de "canje de armas" que el ejército mexicano y el gobierno federal realizan en los atrios de las parroquias y santuarios religiosos.
Por ello, la Arquidiócesis concluyó su mensaje invitando "a quienes hayan sido afectados directa e indirectamente a acercarse a las oficinas de pastoral social de la Arquidiócesis de México para recibir acompañamiento espiritual y psicosocial".