Valencia, España.- En un discurso ante la Facultad de Teología, Enrique Benavent, arzobispo de Valencia, alertó sobre la creciente tensión social y defendió con firmeza el papel esencial de la libertad religiosa en el mundo contemporáneo. Su intervención abordó la urgencia de proteger este derecho en un contexto social pendenciero, donde los ánimos "se caldean con facilidad".
“No se debe valorar la libertad religiosa como un derecho secundario, sino como un derecho fundamental” dijo el arzobispo con preocupación ante episodios de confrontación y violencia social experimentados en todo el mundo, pero especialmente en España donde se demostró cómo "el derecho a la libertad religiosa se ve amenazado por falta de diálogo e integración de voces en el esapcio público".
El arzobispo aseguró que el diálogo interreligioso es inherentemente intercultural y resulta esencial en una sociedad multirreligiosa como la que vive España actualmente y que también se ve reflejada en varias naciones occidentales.
Frente a estos desafíos, recalcó que la Iglesia posee “una doctrina social y unos principios claros” sobre este derecho, e instó a una reflexión urgente para evitar que se utilicen “determinados episodios para cuestionar el ejercicio de ciertos derechos”.
Benavent también vinculó esta defensa con el “momento de sinodalidad” que vive la Iglesia, destacando que la reflexión teológica y la vida eclesial se necesitan mutuamente para evitar un “empobrecimiento” de la comunidad o una “erudición estéril”.
Finalmente, al ser cuestionado sobre el impacto de la tecnología a la humanidad y a las instituciones tradicionales, el arzobispo lanzó un deseo cauteloso: “Esperemos que la inteligencia artificial no mate la inteligencia natural”; por ello abogó por que la tecnología "sea una ayuda para la inteligencia de la fe" y no un obstáculo.