Ciudad del Vaticano.- La Comisión Pontificia para la Protección de Menores celebra su asamblea plenaria en Cracovia, Polonia, en un movimiento que simboliza su expansión fuera de Roma. El arzobispo Thibault Verny, flamante presidente del organismo, declaró que este traslado responde al deseo de "dialogar con las Conferencias Episcopales locales y trabajar con las diócesis y todos los aspectos de la Iglesia local".
Durante la sesión, que se extiende hasta el 3 de octubre, Verny delineó los objetivos centrales de la Comisión. Aseguró que la Iglesia debe "caminar con las víctimas" y que es a través de ellas que la institución "camina y discierne". Subrayó que "La Iglesia no está separada de la sociedad. Camina con la sociedad, está inserta en ella", y que esta "cultura de la salvaguardia" debe vivirse en diálogo con la sociedad para aprender de ella.
La Comisión prepara la publicación de su segundo informe anual, un encargo del papa Francisco, quien estableció el organismo en 2014. "Ya preparamos el tercer informe, que se presentará el próximo año", explicó el arzobispo. Cada informe analiza diferentes países con el fin de obtener un panorama completo de las políticas de protección.
Un punto clave que Verny destacó fue la necesidad de una cooperación global. El presidente de la Comisión cree que debe rechazarse la idea de que los países del hemisferio sur están a la zaga de las naciones occidentales en la prevención del abuso.
"Hay países del Sur Global que nos llevan la delantera, y debemos aprender unos de otros y, sobre todo, no oponernos", afirmó. Abogó por "escucharse mutuamente, entre países, según el principio de subsidiariedad", para "proceder fraternalmente" con las diversas conferencias episcopales.
Sobre la posibilidad de falsas acusaciones, Verny reconoció que "el porcentaje de falsas acusaciones es muy bajo, y debemos reconocerlo y no estar sistemáticamente a la defensiva. Es una realidad".
No obstante, recordó que la presunción de inocencia es un principio fundamental tanto del derecho civil como del canónico, que incluye el respeto a la reputación de una persona. "A la hora de rehabilitar el honor de un sacerdote, esto se tiene en cuenta en el derecho canónico", aseguró.
La asamblea en Cracovia también sirve para evaluar el apoyo a las Iglesias locales a través de programas como el ‘Memorare’ y para avanzar en la redacción de directrices universales de salvaguardia, que, según Verny, requieren un "compromiso e inversión significativos" por parte de la Comisión.