Morelia, Michoacán.– El arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, expresó profunda consternación y condena por el asesinato de Salvador Bastida García, alcalde de Tacámbaro, ocurrido recientemente. El crimen, que involucraba a una figura pública bajo investigación federal por presuntos vínculos con el crimen organizado, despertó alarmas sobre la estabilidad regional y la seguridad ciudadana.
Durante una rueda de prensa, Garfias Merlos calificó el hecho como "un riesgo a la seguridad de toda la sociedad" y manifestó el dolor colectivo que genera la violencia política:
"Lamentamos mucho que suden estos eventos tan dramáticos, trágicos. Profunda tristeza y un gran dolor para toda la comunidad". El prelado advirtió que el homicidio podría "volver a calentar" los ánimos en la conflictiva zona de Tierra Caliente, especialmente en regiones como Apatzingán y la costa michoacana, donde persisten "muchas situaciones desgraciadamente de violencia e inseguridad".
Acción con cultura de paz
Frente a esta crisis, que refleja un fenómeno nacional según el arzobispo, Garfias Merlos subrayó la necesidad imperante de colaboración entre autoridades, Iglesia y sociedad civil para construir una "cultura de paz" desde las bases. Propuso fortalecer la educación en valores como el diálogo, la paciencia y el reconocimiento del otro para gestionar conflictos, destacando el rol central de las mujeres como "constructoras de paz".
El líder eclesiástico enfatizó la urgencia de revisar y reforzar las estrategias de seguridad y responsabilidad institucional, haciendo un llamado a "todas las instancias –gubernamentales, eclesiales y sociales– a unir fuerzas" para garantizar la protección ciudadana. Alertó sobre el peligro de que "el crimen tenga en sus manos la gobernabilidad de nuestros pueblos".
Mediación sin polémizar
En un contexto marcado por el reciente Día Nacional de la Libertad de Expresión (7 de junio), Garfias Merlos dirigió un mensaje específico a los medios de comunicación. Les pidió evitar "polemizar" y mantener mayor objetividad en su cobertura diaria, especialmente en tiempos de violencia. "En estos tiempos... es necesario que los gobiernos, la iglesia y los medios de comunicación se unan con el fin de ofrecer una mejor percepción de cada uno de los municipios", argumentó.
Anunció la creación de un "taller de comunicólogos por La Paz", invitando a reporteros y comunicadores a convertirse en "generadores, constructores y artesanos de la paz" a través de su trabajo. Reiteró: "Nosotros estamos atendiendo el tema a través de los canales necesarios, pero pedimos a los propios reporteros y comunicólogos que nos ayuden precisamente a hacer llegar mensajes de paz en toda la entidad". Reconoció su labor esencial para informar a los michoacanos y ser "grandes aliados".
El asesinato de Bastida García se suma a la lista de al menos cinco ediles privados de la vida en Michoacán en los últimos años, evidenciando la grave crisis de seguridad que enfrenta la entidad y que demanda, según el llamado del arzobispo, una respuesta colectiva basada en la paz y la reconstrucción del tejido social, más que en la violencia.